Aunque en los balnearios del mar caribe colombiano no es común encontrarse con ballenas navegando, el fin de semana del 18 de noviembre, dos de estos mamíferos aparecieron en el reconocido Archipiélago de Islas del Rosario, a inmediaciones de playa blanca, en Cartagena.
La escena quedó registrada en un video que se difundió por las redes sociales. Los dos balénidos fueron avistados por un grupo de personas que se transportaban en lancha y alcanzaron a grabar su paso por el mar.
“Están bien grandes”, se escuchó decir a un hombre en la grabación mientras se acercaban a cierta distancia para observar a los animales que continuaban su curso por las aguas cristalinas.
Al parecer, los dos mamíferos habrían perdido su rumbo, toda vez que para esta época las ballenas son vistas en aguas del pacífico.
Durante el invierno en el hemisferio sur, que suele ser entre los meses de julio a octubre, las ballenas jorobadas migran desde las frías aguas antárticas hacia aguas más cálidas para reproducirse y dar a luz. El Pacífico colombiano ofrece aguas más templadas y protegidas que son ideales para el apareamiento y el nacimiento de las crías.
La bahía de Málaga en el Parque Nacional Natural Uramba Bahía Málaga, así como otros lugares a lo largo de la costa pacífica colombiana como Nuquí, Bahía Solano y Gorgona, son reconocidos como puntos de avistamiento de ballenas, donde los turistas y los científicos pueden presenciar este espectáculo natural impresionante.
El avistamiento de ballenas en Colombia
Cada año la población colombiana de Bahía Solano recibe a las ballenas jorobadas y a miles de turistas que experimentan la mágica sensación de contemplarlas a su paso por el Pacífico.
El municipio del departamento de Chocó, ubicado a 405 kilómetros al noroeste de Bogotá, no alcanza los 10.000 habitantes, la mayoría de los cuales vive de la pesca y el ecoturismo. Para llegar allí se puede tomar un vuelo de 45 minutos desde Medellín o navegar por las aguas del Pacífico desde Buenaventura, en el Valle del Cauca, durante aproximadamente seis horas.
Entre julio y octubre el municipio se llena de turistas nacionales y extranjeros que tienen un sólo propósito: avistar a estos mamíferos marinos y admirar la destreza con la que se mueven.
Una de las principales instancias para la orientación de los visitantes es el Jardín Botánico del Pacífico, una entidad que se dedica al turismo de conservación y que lleva biólogos e investigadores hasta Bahía Solano que les hablan a los excursionistas sobre el valor y el aporte ambiental de las ballenas jorobadas.
El turismo es un motor de la economía del municipio porque sirve de sustento a artesanos, tripulaciones de lanchas, vendedores de paquetes turísticos y el comercio en general.
El biólogo Esteban Duque Mesa explicó a The Associated Press que las ballenas parten desde la Antártica, en el Polo Sur, y llegan hasta Bahía Solano para “reproducirse y dar a luz” a sus crías. “Para otras es un lugar de paso cuando van dirigiéndose a zonas mucho más al norte como Panamá, Costa Rica o Nicaragua”, aseguró el experto.
Estos mamíferos tienen un peso promedio de entre 20 y 40 toneladas, pueden llegar a medir hasta 16 metros y su desplazamiento se realiza a una velocidad aproximada de entre 5 y 8 kilómetros por hora. “Pero pueden alcanzar velocidades más altas si lo quisieran”, advirtió Duque Mesa.