Los índices de suicidios entre 2021 y lo que va corrido de 2022 en Cartagena han presentado aumentos alarmantes; por esta razón, desde el Concejo Distrital encabezado por Liliana Suárez, se puso sobre la mesa la realización de un debate de control político al tema de la salud mental en la ciudad.
La presidente del Concejo expresó que la salud mental de los cartageneros se ha visto afectada por diferentes factores con el pasar de los años, por ejemplo el de la pandemia por la covid-19. Esto se ve reflejado en el incremento en la tasa de suicidios.
El concejal Óscar Marín, propone pensar en un proyecto de Acuerdo basado en la Ley que garantiza el acceso a la salud mental, donde este incluya en la salud mental de funcionarios del Distrito para que la toma de decisiones que hagan sea acorde a la realidad.
Concejales como César Pión y Kattya Mendoza enfatizaron que cuando se presente la propuesta, esta tendrá su respaldo, recalcando la importancia de la salud mental. Por otro lado, el concejal Luder Ariza señaló que en el Plan de Desarrollo quedó estipulado que el Distrito se haría cargo de formular una política pública sobre salud mental, sin embargo, no se ha implementado a pesar del aumento de los casos de suicidios. Destacó también la tardanza en la asignación de citas de psicología en las diferentes EPS.
En caso de emergencias de salud mental, en el Distrito de Cartagena de Indias la línea habilitada es 125 de lunes a domingo y su horario de atención es las 24 horas.
“El sufrimiento es enorme”: OMS pide inversión en salud mental
La Organización Mundial de la Salud (OMS) instó a todos los países a invertir más en salud mental, afirmando que “el sufrimiento es enorme” y que se ha acrecentado con la pandemia de covid.
Incluso antes de la covid-19, casi 1.000 millones de personas vivían con un trastorno mental, indicó la agencia de la ONU en un informe sobre la situación de la salud mental del mundo.
Solo en el primer año de la pandemia, las tasas de depresión y ansiedad subieron en un cuarto, en un momento en el que los escasos recursos sanitarios estuvieron concentrados en luchar contra el virus.
Solo un 2 % de los presupuestos nacionales de salud y menos un 1 % de toda la ayuda internacional está dedicada a la salud mental, destacó el informe de la OMS. “Todas estas cifras son muy bajas”, declaró Mark Van Ommeren, de la división de salud mental de la OMS en una conferencia de prensa.
Van Ommeren señaló que nunca había habido tanto interés en la salud mental, pero que la inversión no ha subido. El funcionario destacó que el informe recalca que en todo el mundo “el sufrimiento es enorme”.
Según este recuento, una de cada ocho personas en el mundo convive con una enfermedad mental. Esta realidad empeora para las personas que viven en zonas de conflicto, donde una de cada cinco sufren algún trastorno.
Van Ommeren señaló que los jóvenes, las mujeres y las personas que ya sufrían algún problema de salud mental fueron afectados con más fuerza por la covid y las restricciones para frenar la pandemia.
El Informe Mundial sobre Salud Mental también destaca las brechas en el acceso al cuidado entre los distintos países. En las naciones de altos ingresos, más de un 70 % de las personas que sufren una psicosis recibe un tratamiento, frente a un 12 % en los países de bajos ingresos, indicó el funcionario de la OMS.