La ciudad de Cartagena presenta un grave manejo de residuos, los ciudadanos que a diario transitan sus calles ven cómo la basura invade las aceras y aunque las empresas de aseo cumplen con su función, la falta de educación con respecto a la trata de desechos domésticos hace que todo termine en un mismo lugar: los rellenos sanitarios.
Actualmente, el 90 % del plástico desechado no se puede valorizar o dar una segunda vida útil, debido a esta problemática.
Es por ello que la empresa de gestión integral de residuos industriales, Geofuturo, se ha unido con la empresa chilena Resister para traer a la capital de Bolívar una inversión cercana a los 5 millones 300 mil dólares, en una Planta de Valorización de Plástico que pueda convertir los residuos no aprovechables en combustible.
Actualmente, en Colombia utilizan esta estrategia para el tratamiento de desecho en ciudades como Cali y Bogotá, reduciendo así el impacto ambiental en las capitales con mayor presencia del sector industrial en el país.
De acuerdo con Felipe Barros, gerente General de Resiter Colombia, esperan tener un crecimiento en la costa Atlántica colombiana, por lo que han proyectado la nueva planta de tratamiento para el año 2024, en su primera etapa.
“En Colombia está siendo una realidad -el proyecto-, ya que estamos avanzando en nuestra estrategia de valorización a través de la generación de Combustible Derivados de Residuos (CDR), entregando a nuestros clientes una oferta sustentable para aquellos residuos más complejos de valorizar”, explicó Ricardo Lagos, gerente internacional M&A y Proyectos de Resiter.
Esta iniciativa generará por lo menos 300 empleos, donde estarán en constante capacitación del personal con técnicas de limpieza del plástico, que permitan recuperar gran parte de ese 90 %, que actualmente no puede ser valorizado.
Por otro lado, esperan poder unirse con las industrias y el Distrito para implementar Políticas públicas que sean en pro del medio ambiente.
Barrio nació sobre un relleno sanitario en Cartagena
Henequén, es un barrio en condición de pobreza ubicado al suroccidente de la ciudad. Los habitantes que allí residen, han creado pequeñas comunidades de invasiones sobre lo que anteriormente era el relleno sanitario de Cartagena.
Esta situación representa múltiples problemáticas existentes en la ciudad, como son la pobreza, inseguridad, el daño ambiental, entre otros. Esta última se ha convertido en una bomba de tiempo para los residentes, ya que el riesgo de que ocurra una emergencia sanitaria, como la del año 1997 en Bogotá, es cada vez más grande.
El 27 de septiembre de 1997, en Bogotá, ocurrió la que hasta la fecha es catalogada como la más grande emergencia sanitaria de la ciudad, tras el derrumbe de un millón 200 mil toneladas de basuras del relleno sanitario Doña Juana; por lo menos tres localidades del sur de Bogotá resultaron afectadas por la exposición de desechos orgánicos, químicos e industriales.
En ese momento, la tragedia de Doña Juana cobró muchas vidas y quienes sobrevivieron alegaron ante el distrito, que la catástrofe se pudo evitar si tan solo se hubiese intervenido de forma oportuna. Actualmente, esa es la situación que atraviesa Henequén.
Sus habitantes manifiestan el abandono distrital y carecen de servicios básicos para vivir, como un fluido eléctrico estable o un sistema de alcantarillado. Las condiciones de vida en la zona no son dignas, al residir encima de dos millones de toneladas de Residuos Sólidos Domiciliarios (RSD).
Veintidos años lleva cerrado el relleno sanitario de Henequén, sin embargo, su clausura oficial por parte del distrito, aún no ha sido efectuada a día de hoy. Los habitantes de ese barrio siguen esperando que el Distrito se apropie de la problemática.