Una nueva controversia por los excesivos cobros en servicios y atención al cliente en Playa Blanca, en la isla de Barú, salió a la luz. Esta vez, una joven y su grupo de amigos fueron víctimas de este tipo de estafa.
A través de las redes sociales, la mujer compartió su desafortunada experiencia, denunciando que en el establecimiento conocido como La Maravilla les cobraron $ 1.700.000 por seis platos de comida corriente y el uso de algunas sillas de playa.
Jessica Ortiz, como se llama la joven, aprovechó la red social X para advertir a otros turistas sobre esta situación, enfatizando que estos actos no solo afectan económicamente a los visitantes, sino que generan una impresión negativa sobre Cartagena como destino turístico.
En su relato, Jessica narró que durante su visita, el domingo 17 de marzo, un hombre les ofreció un servicio de “seguridad” que rechazaron. A pesar de ello, el hombre continuó insistiendo en ayudarlos. Al llegar a Barú, quisieron conocer la playa y se les informó que el costo para ir a la isla en lancha era de 5.000 pesos por persona, lo cual aceptaron.
“El día domingo 17 de marzo quisimos ir con amigos a Barú desde Cartagena, llegamos alrededor de las 2:11 de la tarde. Un señor nos ofreció el servicio de ‘seguridad’ y claramente, porque ya me había pasado, le dije que no necesitábamos su ayuda. Seguimos muy normal y él seguía con la insistencia de ayudarnos. Cuando llegamos a Barú quisimos conocer la playa y supuestamente nos cobraban 5.000 pesos por persona para ir a la isla en lancha; nosotros accedimos y todo iba realmente normal”, inició contando Jessica.
Y agregó: “Llegamos a la isla y pedimos unas camas frente al mar y, nuevamente, le pregunté al señor que cuánto nos costaba, y él nos dijo que no tenía ningún costo, que al final cuando nos fuéramos nos decía el total de solo las lanchas”.
Al momento de la comida, la joven y sus amigos argentinos solicitaron un plato por pareja para las mujeres y uno individual para los hombres. A pesar de ofrecerse a pagar de inmediato, les negaron la posibilidad y les entregaron la cuenta al finalizar la jornada.
“Había llegado la hora del almuerzo y nosotras las chicas pedimos un plato por pareja y los chicos uno para cada uno. Yo insistí en pagar la cuenta en el mismo momento y ellos no querían recibir el dinero”, enfatizó.
Al finalizar la tarde, fue entonces cuando descubrieron que la cuenta ascendía a la exorbitante suma de $ 1.700.000. Ante esta situación, se sintieron presionados para pagar bajo amenazas. Los argentinos que los acompañaban también fueron intimidados y optaron por pagar.
“Ya alrededor de las 6 de la tarde, cuando nos íbamos a devolver, nos da la cuenta de 1.700.000 y nosotras... ¿?, nos amedrentaron y no nos dejaban ir si no pagamos. Nosotros íbamos con argentinos, ellos fueron amenazados y en vez de reaccionar decidieron pagar”, finalizó Jessica su relato.
Ante este caso, Dumek Turbay, alcalde de Cartagena, se comprometió a investigar a fondo el caso y solicitó a Jessica Ortiz que proporcione los detalles necesarios para formalizar la denuncia.