El pasado mes de diciembre, la Alcaldía de Cartagena anunció que faltaban pocos días para la apertura de la playa 5 del Proyecto de Protección Costera, sin embargo, días después se conoció que esto no sería posible, debido a que no era segura para los bañistas.
A la fecha, la playa aún no ha sido abierta al público, pero volvió a estar en el foco de la comunidad, pues recientemente se conoció que ya está presentado erosión. Hay que recordar que uno de los objetivos del proyecto es mitigar los efectos de la erosión en la ciudad.
Ante esta situación, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) envió una comisión a la ciudad y adelantó una mesa de trabajo con el Departamento de Valorización del Distrito, la Universidad de Cartagena, contratista e interventoría del proyecto de protección costera.
Tras la reunión, se disiparon las dudas sobre Playa 5 por parte del diseñador y el interventor de la obra. También acordaron retomar los comités de gerencia y acelerar la presentación de los trámites requeridos ante la Dirección Marítima (Dimar) para el concepto que permita la reapertura del sector de playa en Bocagrande.
María Isabel Lugo, directora de Valorización del Distrito, aseguró que el balance es positivo, dada la tranquilidad por lo que ocurre con Playa 5 y los compromisos a futuro con la UNGRD.
“Llegamos al acuerdo de retomar los comités de gerencia que se venían adelantando cada 15 días de manera presencial. Quedamos con ese compromiso porque esas reuniones son determinantes para mitigar cualquier inconveniente que se presente en el desarrollo del proyecto”, dijo.
Luego, aseguró que el trabajo en equipo fue fundamental para trabajar en la primera fase del proyecto, por lo que se mostró satisfecha por la muestra de compromiso por parte del Gobierno Nacional. “El cambio de administración nacional nos trajo algunas demoras en pago de actas y también algunos problemas de articulación en distintos temas. Esperamos que a partir de hoy el apoyo sea activo y mejorar lo que ya veníamos haciendo”, dijo.
Por su parte, Alfonso Arrieta, director del Instituto de Hidráulica de la Universidad de Cartagena y autor del diseño, explicó que la situación que se presenta en el sector obedece a condiciones situacionales especiales.
“Estaba previsto. Cuando se diseñaron estas estructuras, se diseñaron con una altura del orden de los 2 metros, previendo un ascenso en el nivel del mar producto de eventos extremos que puedan erosionar la playa, por ello también hay una escollera longitudinal que es como la barrera a eventos y funcionan bien para detener la erosión”, señaló el ingeniero.
Arrieta explicó también que todo hace parte de un proceso cíclico. Según el ingeniero, en la medida en que el oleaje vaya cambiando, se va a erosionar del espolón 6 y a arrastrar material hasta el espolón 5, que es lo que está ocurriendo en este momento.
“Las obras son tan buenas que, hoy en día y con todo lo que se ha corrido, tenemos evidencia que hay 3.500 metros cúbicos adicionales de playa respecto al día en el que se recibieron los trabajos, lo que marca que sí hay un proceso de acreción”, puntualizó.
Acerca del Proyecto de protección costera
A raíz de una calamidad pública declarada en el año 2018, cuando se presentaron fuertes inundaciones en la ciudad de Cartagena, el Gobierno se vio en la necesidad de poner en marcha este proyecto que venía siendo tratado hace varios años por la Universidad de Cartagena. Tras ser consolidado y aprobado por el distrito y la unidad nacional de Gestión del Riesgo, se dio paso a su ejecución.
El proyecto se está desarrollando desde la curva de Santodomingo hasta el espolón de Iribarren, con un total de 4,7 km aproximadamente, en el área de Bocagrande. Allí se está realizando una protección marginal de 460 metros, una escollera tipo 2 de un km aproximadamente, la construcción de seis espolones y cinco playas que van a ser ampliadas para el disfrute de los ciudadanos de Cartagena y los turistas.
Por otro lado, para el manejo de las aguas lluvias se ejecutará en la avenida 1.ª de Bocagrande un Box Culvert de 2 km, que permitirá recoger y disponer las aguas lluvias al mar y así evitar las inundaciones que se presentan en la ciudad.
El presupuesto establecido para la ejecución de la Fase I. Componente 1 del proyecto es de aproximadamente 160 millones de pesos, provenientes de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo y el Distrito de Cartagena. Se esperaba que el proyecto finalice su última etapa en agosto del año 2023.