Como Jurgen Roland Franz fue identificado el ciudadano alemán de 70 años que el pasado 8 de febrero arribó a Cartagena para disfrutar de sus vacaciones. Sin embargo, el viaje se convirtió en un completo dolor de cabeza.
Franz llegó al aeropuerto internacional Rafael Núñez a eso de las 6:00 de la tarde. Tomó un vehículo tipo taxi para trasladarse a su hospedaje, ubicado en el Centro Histórico de la ciudad, exactamente en el barrio Getsemaní. Pero cuando llegó a su destino y se bajó del automotor, el conductor aceleró de manera que a la víctima no le dio tiempo de sacar sus maletas.
Para ubicar al taxista y recuperar su equipaje, Jurgen Roland decidió agarrar una motocicleta. El propósito era dirigirse hasta la terminal aérea y conseguir los datos del taxi.
Pero, por segunda vez, el destino le jugó una mala pasada. Resulta que en medio del trayecto, el motociclista se desvió por los barrios ubicados en las faldas de la Popa. Allí se bajaron y Franz fue atado a un árbol y despojado de sus pertenencias.
“En el barrio Getsemaní tomé una mototaxi para regresar al aeropuerto y ubicar al taxista, pero el mototaxi me llevó a un barrio por los lados del Pie de La Popa, me agredió físicamente, me dio fuertes golpes por la espalda, dejándome morados por todas partes. Este sujeto tomó una piedra para darme golpes en la cabeza”, denunció el alemán ante la Fiscalía General de la Nación.
Según el testimonio, los dos antisociales habrían hurtado 2 celulares de alta gama, los zapatos, cuatro mil euros y parte de la ropa que tenía puesta.
Fran Alberto Sánchez Castilla, presidente del Sindicato de Conductores de Taxis de Cartagena Sincontaxcar , lamentó lo sucedido y reconoció que existen conductores que se aprovechan de los extranjeros para realizar sus cometidas. Sin embargo, también alegó que la mayoría de este tipo de incidentes suelen registrarse porque el pasajero olvida sus pertenencias.
Hombre fingió ser extranjero para no pagar una cuenta
Como sacado de un capítulo de una historia de comedias fue el inusual hecho que se registró en las populares playas de Cholón, zona insular de Cartagena.
Un hombre fingió ser un turista con poco conocimiento del habla hispana y, después de pronunciar unas palabras en inglés, procedió a consumir alimentos en un restaurante de la zona. Al finalizar su estancia en el establecimiento, aseguró no entender cuánto le estaban cobrando.
Ante la negativa del hombre para pagar, la comunidad llamó a la Policía Metropolitana de Cartagena, quienes al aplicar la Ley 1801 artículo 35 #3. (Impedir, dificultar, obstaculizar o resistirse a procedimiento de identificación o individualización, por parte de las autoridades de Policía), le impusieron un comparendo tipo 4, el cual equivale a 16 salarios mínimo diarios vigentes.
De acuerdo con las autoridades, serían $ 500 mil el monto a pagar, a menos que cumpla con una actividad comunitaria avalada por la inspección de Policía, la cual le rebajaría el costo al comparendo a un 50 %.
Cocteles, platos típicos, whisky, entre otros productos, consumió el hombre desde que llegó al sitio, donde recibió una atención especial por ser un supuesto turista; también se bañó en el mar y regresó al lugar que le habían asignado los trabajadores de la playa en medio de la gran clientela del día.
Hasta ahí todo parecía normal, pero con lo que no contaban los vendedores es que al momento de llevar la cuenta al “gringo” que ya se estaba pasado de copas, este resultó diciendo que no tenía cómo pagar lo que había consumido hasta el momento, desatando una compleja situación que terminó alborotando a todos los vendedores de la zona.
El hombre, de baja estatura, de tez morena y que vestía prendas de marca, incluso dijo no entender cuando le cobraban el dinero producto de su consumo y el servicio que le habían prestado en la playa, y en medio del escándalo fue sentado en una silla y rodeado por los trabajadores, quienes enfurecidos lo catalogaron como un estafador.
“El supuesto gringo vino a pedir comida a Cholón y no pagó”, “pidiendo botellas de whisky y no pagó”, “se las tira de gringo”, “ese es el nuevo estafador”, “pidió mojarra, pidió botella de Buchanans y todo”, fueron algunos de los comentarios que se escucharon en el video donde se ve a otro sujeto hablarle al oído al señalado deudor, explicándole la situación.
El total de la cuenta del supuesto gringo sobrepasó el millón de pesos y pese a la insistencia de los vendedores de la zona nada pudieron hacer para que este cancelara. Posteriormente, y ante la llegada de las autoridades, fue trasladado a la ciudad de Cartagena para solucionar la situación.