El pasado 11 de julio, en el barrio Olaya de Cartagena, Yacer Enrique Pérez Quiroz ingresó por la fuerza y con un arma cortopunzante a una vivienda donde se encontraba su expareja sentimental.
Según la investigación, Pérez Quiroz, al ver a la mujer, se aproximó a ella y la hirió en múltiples ocasiones con el arma que llevaba. La mujer lesionada fue trasladada a un centro asistencial, donde perdió la vida debido a la gravedad de las heridas.
La policía judicial puso al descubierto que el ataque se produjo debido a la negativa de la mujer, de 38 años, para continuar la relación sentimental con el hombre, de 46. Luego de cometer el crimen, Yacer Pérez huyó e intentó autolesionarse, pero fue capturado por la Policía Nacional en la variante Mamonal Gambote de Cartagena.
El material probatorio aportado por un fiscal de la Unidad de Vida de Cartagena permitió que un juez de conocimiento condenara a 32 años de prisión a Yacer Enrique Pérez Quiroz, quien fue encontrado responsable del delito de feminicidio agravado, del cual fue víctima su excompañera sentimental.
Ante la contundencia del material de prueba aportado por la Fiscalía, el procesado decidió aceptar su responsabilidad en el delito y realizó un preacuerdo con la Fiscalía.
Por otro lado, a solicitud de un fiscal de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Cartagena, se ordenó medida de aseguramiento para tres presuntos responsables del homicidio de un venezolano.
El pasado 22 de octubre, tres hombres en un vehículo se acercaron a Andry José Ruiz López, ciudadano venezolano que se encontraba transitando por el barrio Lo Amador de Cartagena. Los sujetos, sin mediar palabra, arremetieron en contra de Ruiz, quien producto de la gravedad de las heridas causadas perdió la vida.
Pruebas testimoniales recaudadas por la Policía Judicial permitieron identificar el vehículo desde el cual se habrían realizado los disparos.
Esta acción y el aviso de la comunidad lograron que la Policía Nacional desplegara un plan candado que permitió ubicar y capturar a los procesados cuando se desplazaban por el sector de la Boquilla, vía al mar.
Al momento de la detención, en poder de los investigados se encontró un celular en el que aparecen imágenes que estarían relacionadas con distintos delitos, al parecer, cometidos en la capital de Bolívar. Una de estas, la imagen del asesinato de Ruiz López.
Los tres hombres capturados serían los presuntos responsables del homicidio del ciudadano venezolano y el pasado 24 de octubre fueron enviados a prisión por solicitud de un fiscal de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Cartagena.
La decisión judicial cobijó a Carmelo Marimón Barrera, de 37 años, y a los ciudadanos extranjeros, José Ángel Molina Martínez, de 27, y Gustavo Jesús Morales Burgos, de 29.
Ninguno de los procesados aceptó su responsabilidad en los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego o municiones, que les imputó la Fiscalía.
En Cartagena estarían alquilando niños para pedir dinero en el Centro Histórico
La Policía Metropolitana de Cartagena investiga un supuesto caso de alquiler de menores para ejercer la mendicidad en el Centro Histórico de la ciudad.
Según detallaron las autoridades, en un operativo fueron sorprendidos nueve menores, quienes, al parecer, eran utilizados para pedir recursos económicos. Las víctimas tienen edades que oscilan entre los ocho meses y los ocho años, y estaban acompañadas por una menor de 17 años.
“Entre los nueve niños se encontró un bebe de ocho meses, uno de un año, uno de dos años, uno de cinco años, uno de seis años, uno de ocho años y dos niñas de tres y siete años, respectivamente”, anotó la institución.
“Es importante destacar que integrantes del Grupo de Protección a la Infancia y Adolescencia, trasladaron y entregaron a seis niños, dos niñas y la adolescente, bajo protección de la Comisaría de Familia Permanente, para el restablecimiento de sus derechos”, agregó la Policía.
En el mismo operativo fue capturada una mujer, cuando fue sorprendida en flagrancia instrumentalizando a su propio hijo menor de edad, obligándolo a pedir dinero a los transeúntes.