En la mañana del pasado lunes, 19 de diciembre, la Policía Metropolitana de Cartagena reveló detalles sobre la muerte de dos turistas holandeses, quienes el 22 de agosto ingresaron a un centro hospitalario con afecciones estomacales.
Las víctimas fueron identificadas como Robert Gerrit Kootte y Nienke Guri Trishna Bawa, de 31 y 29 años, respectivamente. En un primer momento, las hipótesis indicaban que la causa de los decesos estuvo relacionada con una fuerte intoxicación por la comida. No obstante, cuatro meses después, las autoridades informaron que, efectivamente, se trató de una intoxicación, pero por el consumo de una sustancia presente en el yagé/ayahuasca.
El yagé o ayahuasca es una bebida hecha de una enredadera y una planta que posee dimetiltriptamina, con propiedades alucinógenas. Usualmente es utilizada en rituales indígenas, acompañados de un chamán.
Esta actividad se ha vuelto popular entre los turistas, pues quienes lo prueban afirman tener experiencias que aportan una nueva visión de la vida. Sin embargo, no todos los cuerpos son iguales y el uso incorrecto de esta planta puede generar efectos adversos.
“Lo que indica Medicina Legal es que ellos pudieron haber consumido un bebedizo que fue lo que les causó la complicación médica. Cada persona reacciona diferente a este tipo de bebidas que suelen utilizarse en rituales de algunas comunidades del país para estar en un estado de relajación”, sostuvo el coronel Wilson Javier Parada González, comandante de la Policía metropolitana de Cartagena.
Desde que trascendió el fallecimiento de los extranjeros, Abraham Dau, el hijo del alcalde distrital William Dau, estuvo en el ojo del huracán porque antes de morir los turistas departieron en un restaurante de su propiedad conocido bajo la razón social de El Arsenal The Rum Box.
De hecho, en imágenes captadas por una cámara de seguridad se observa que los holandeses estuvieron acompañados por dos personas más. El establecimiento fue reservado a las 8:30 p. m. del domingo 21 de agosto.
“Hubo casi 40 pedidos de pescados que fueron consumidos esa noche. De esos 40, no hemos recibido ningún reporte de enfermos y solo un pescado fue comido por el hombre que falleció. La mujer no consumió pescado. De la otra pareja involucrada, que está siendo investigada por la Fiscalía, uno de ellos también comió pescado y hasta donde me han llegado los reportes esas personas ni siquiera han ido a revisarse a un médico”, dijo en su momento Abraham, en conversación con El Universal.
Luego de conocerse sobre el estado de salud de los afectados, el empresario dejó en claro que su establecimiento cumple con todas las medidas reglamentadas.
“Sabemos que no tenemos ningún problema ni con nuestros procedimientos, ni con nuestras comidas ni con nada de ese estilo. Todo lo hemos hecho con la ley y hemos estado más que dispuestos a todas las investigaciones”, anotó Dau.
El reporte entregado por el Instituto de Medicina Legal descartó la primera teoría, vinculada a una intoxicación por el consumo de mariscos. Además, se conoció que la pareja, antes de llegar a Cartagena, estuvo en las ciudades de Medellín y Santa Marta, por ende pudieron ingerir la bebida en alguno de estos sitios.
Ese 22 de agosto, en horas de la mañana, fueron llevados la clínica MediHelp, el traslado de los turistas holandeses fue acompañado por unidades de la Policía Metropolitana. El lunes en la noche se registró el deceso de la mujer, de 29 años, y el martes en la mañana falleció su compañero, de 31 años.
El parte médico inicial emitido por la clínica MediHelp estableció que al llegar al centro asistencial, la mujer tuvo que ser reanimada por “haber llegado con una muy severa afectación de sus respuestas vitales”, pero a pesar de los esfuerzos del cuerpo médico, falleció.
En el caso de Robert Gerrit, la clínica explicó que aunque logró pasar la noche, presentó cuadros de convulsión desde su llegada al centro hospitalario y en horas de la mañana, como ya se había comunicado, falleció.