El empleo de yates en Cartagena es muy común durante la mayoría del año; el turismo hacia las islas del Rosario y otros destinos ha impulsado el alquiler de este tipo de embarcaciones que no solo son utilizadas para tareas de desplazamiento, sino que, en ocasiones, sirven como epicentro de fiestas en medio del mar.
Pues bien, la Dirección General Marítima, Dimar, informó sobre una emergencia que se presentó por el hundimiento de una embarcación que se dirigía de las Islas del Rosario hacia Cartagena, más exactamente en el sector de Punta Gigante, muy cerca de la capital de Bolívar.
La capitanía de puerto de la heroica indicó que los hechos tuvieron lugar este viernes, 12 de abril, y que a bordo de la embarcación viajaban 12 pasajeros de nacionalidad estadounidense y dos tripulantes colombianos.
Los viajeros iban a bordo de la embarcación Bahari, propiedad de la empresa Mareta Group; en medio de la emergencia, naves que estaban cerca prestaron ayuda para socorrer a los 14 involucrados. Luz II y Mamajuna, fueron los barcos que acudieron al llamado de ayuda emitido por las autoridades marítimas.
Una vez rescatados, se confirmó que ningún pasajero ni los miembros de la tripulación presentaron heridas; sin embargo, fueron trasladados al muelle del Club Náutico, donde fueron atendidos por un cuerpo médico que confirmó que no había lesionados graves.
Luego de los hechos, la Autoridad marítima confirmó que se ha iniciado una investigación para poder determinar las causas y los responsables del hundimiento de este yate; dentro de las pesquisas, también se busca establecer si se violó alguna norma de la marina mercante que hubiera provocado el accidente marítimo.
Turista que viajaba de Cartagena a Ámsterdam fue descubierto con cocaína
La Fiscalía asumió las investigaciones para establecer si un hombre pretendía transportar cocaína en medio de un vuelo que despegaría de Cartagena a Ámsterdam, tal como lo probaría la evidencia recolectada por la Policía Nacional.
El misterioso episodio ocurrió el pasado sábado 23 de marzo en el aeropuerto Rafael Núñez, cuando el señor Javier Alfonso Lobo Loaiza, de 33 años, adelantaba los trámites para montarse a la aeronave con destino a Países Bajos.
En ese momento, los agentes de la Dirección de Antinarcóticos notaron una inusual densidad en cada de las suelas del cazado que llevaba el pasajero. De inmediato, lo requirieron para practicarla una requisa exhaustiva.
La revisión incluyó rayos X donde se pudo comprobar que sus zapatos estaban repletos, al parecer, de una sustancia ilícita. Al analizar con lupa, los uniformados confirmaron que se trataba de 700 gramos de cocaína.
Javier Alfonso Lobo Loaiza fue detenido y dejado a disposición del ente de acusación, quien tomó la decisión de procesarlo ante un juez de la República por el presunto delito de fabricación, tráfico o porte de estupefacientes. Él no aceptó los cargos.
Por otro lado, las autoridades frustraron la venta de 1.146 kilos de cocaína que estaban enterradas en un desierto de La Guajira. Una minuciosa investigación facilitó este hallazgo y la incautación de un poderoso material de guerra que estaba al servicio de un narco.
La operación se empezó a trazar en Colombia cuando la Policía Nacional cruzó información con el FBI de Estados Unidos. Allí detectaron las coordenadas exactas de un espacio donde, posiblemente, estaba escondido un cargamento.
Las tropas llegaron hasta un paraje solitario del Cerro de La Teta, en pleno corazón de Uribia, para cavar la tierra hasta encontrar 40 lonas, cada una con 25 panelas que estaban repletas de cocaína; todo está avaluado en 29 millones de dólares.