Entre las 11:30 de la mañana y durante casi una hora Roberto Payán, un municipio escondido en el noroccidente del departamento de Nariño, vivió los peores momentos de su historia: varios morteros que fueron lanzados contra la población mataron a tres niños y dejaron 11 personas heridas. Fabio Trujillo, secretario de gobierno del departamento, explicó que el incidente se produjo cuando presuntos miembros del frente 29 de las Farc lanzaron morteros artesanales hechos con cilindros de gas y metrallas. Los niños que murieron en el ataque son Ana Yely Caicedo Estacio (9 años), Yan Edy Angulo Castillo (11) y Robinson Daniel Ramos Angulo (7). De los 13 civiles heridos gravemente (dos de ellos también menores), 11 fueron remitidos a Tumaco por su grave estado y dos son atendidos en el centro médico municipal del municipio. "El Gobierno colombiano pondrá hoy mismo en conocimiento de las organizaciones internacionales de Derechos Humanos esta acción criminal que merece el repudio de todos los ciudadanos de bien, que debemos luchar juntos, con el respaldo de la Justicia y las normas de convivencia civilizada, para derrotar esta acciones terroristas", leyó el ministro del Interior y de Justicia Fabio Valencia, quien actualmente tiene funciones presidenciales. Al conocer los hechos, la Defensoría del Pueblo recordó que sobre este municipio pesaba una alerta temprana emitida el 31 de octubre de 2007 y una nota de seguimiento (ratificación de la alerta temprana) del pasado 8 de enero, en la que se advertía el riesgo de la población civil. El informe de riesgo decía que "la presencia de nuevos grupos armados ilegales post desmovilización de las autodefensas quienes merodean por la cabecera municipal; de la misma manera, la guerrilla de las FARC se resguarda en las aéreas rurales, lo que ha motivado una serie de amenazas contra las autoridades locales supuestamente por simpatizar con alguno de los grupos armados irregulares. Las intimidaciones han creado en los pobladores un ambiente de miedo y zozobra a pesar de contar con la presencia de la Policía Nacional, el Ejército Nacional y el Batallón Fluvial de la Infantería de Marina".  Sin embargo, nada se hizo para prevenir el ataque.Según las autoridades, las bombas fueron lanzadas desde las colinas aledañas al casco urbano del municipio, sin que los presuntos guerrilleros entraran a la localidad de unos 17.000 habitantes, entre la zona urbana y la rural, indicó por su parte el coronel William Alberto Montezuma, comandante de la policía del departamento de Nariño, en diálogo con la agencia AP. “Siempre hemos tenido problemas de orden público por el narcotráfico, el Eln, Los Rastrojos, las Águilas Negras y las Farc (...) eso es problema de hace tiempo, pero nunca nos habían dado tan duro”, le dijo a Semana.com Pedro Wiston Angulo, alcalde de la población, quien asegura que tiene que despachar desde Cali por amenazas en su contra. Por eso Trujillo dice que aunque las principales sospechosas son las Farc, no se pueden descartar otros grupos. “Donde hay violencia es porque hay narcotráfico (...) Se produjo el hecho y se fueron porque no había pretensión de tomarse el pueblo. También se puede pensar que, de pronto, alguien quería llamar la atención para pasar algún cargamento de droga”, dijo Trujillo. Llegar a esta población desde Pasto puede tomar desde 10 horas hasta dos o tres días. Está ubicada en una zona conocida como el triángulo de Telembí (nombre del río que atraviesa el municipio), que comprende los municipios de Barbacoas, Magüí y Roberto Payán, un sector bastante golpeado por problemas de orden público.