Chiquita Brands International pidió el viernes a un juez que anulara las demandas que señalan que la compañía productora de banano pagó a grupos paramilitares colombianos que asesinaron a cientos o incluso miles de personas. Los abogados de Chiquita insistieron que el dinero que pagó por siete años a las Autodefensas Unidas de Colombia no tenía relación directa con las matanzas, asesinatos, secuestros y actos de intimidación cometidos por el grupo en las regiones productoras de plátano. "No hay señalamientos de que Chiquita estuviera directamente involucrada en cualquiera de esos hechos", dijo Gregg Levy, abogado de Chiquita, con sede en Cincinnati. La compañía reconoce que una subsidiaria suya pagó a las AUC, un grupo paramilitar de derecha, y a otra organización. Pero sus abogados argumentan que la compañía fue extorsionada por los grupos que controlaban las zonas donde crecen los bananos. Los abogados de los demandantes colombianos afirman en sus documentos judiciales que Chiquita podría ser objeto de miles de millones de dólares en multas por homicidios culposos, al señalar que pagó tanto a las AUC como a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Estados Unidos considera a ambas organizaciones como grupos terroristas. "Las AUC estaban relacionadas con asesinatos, torturas, desaparecidos y la destrucción de esas comunidades", señaló Terry Collingsworth, representante de los familiares de unas 173 personas que murieron. "Todos lo sabían, Chiquita lo sabía", dijo. Las demandas indican que Chiquita debería ser responsabilizada por presuntamente dar su apoyo material, incluyendo dinero, armas como rifles AK-47, materiales militares e incluso acceso a sus puertos de exportación para el tráfico de cocaína a las AUC. Por su parte los abogados de los cientos de demandantes colombianos señalan que las AUC utilizaron la violencia para expulsar o matar a líderes de los trabajadores, atacar a los guerrilleros de las FARC y a sus simpatizantes, y esencialmente convertirse en los amos de la región en la que se encontraban unos 200 plantíos de banano de la empresa. Collingsworth dijo que las acciones de las AUC apaciguaron la región, lo que mejoró las ganancias de Chiquita en Colombia y obligó a que se retirara su competencia. Chiquita "sabía que sus apoyo le ayudaba a mantener esos objetivos", agregó. Las demandas fueron presentadas después de que Chiquita admitiera haber hecho pagos a las AUC, entonces la compañía recibió una multa de 25 millones de dólares. Pero la empresa niega su responsabilidad por los asesinatos realizados por los grupos colombianos, aunque dijo que a través de su subsidiaria Banadex pagó a las AUC unos 1,7 millones de dólares entre 1997 y el 2004. Por CURT ANDERSON WEST PALM BEACH, Florida, EE.UU. (AP)