El paramilitar y narcotraficante alias ‘Don Mario’llevaba al menos dos décadas en la guerra paramilitar y se había convertido en el amo del narcotráfico en la zona de Urabá. Alias “Don Mario” es desmovilizado del Bloque Elmer Arenas, de las Autodefensas que operaba en el Chocó, donde terminó siendo el segundo de Miguel Arroyave, donde dirigía el brazo armado junto con su hermano Freddy Rendón, alias ‘El Alemán’.Posteriormente, el capo nacido hace 44 años, en Amalfi, Antioquia, fue apoderándose de los mercados del narcotráfico y de los espacios dejados por los ex jefes paramilitares, Salvatore Mancuso, Diego Fernando Murillo Bejarano alias Don Berna y Ramiro Vanoy Murillo, alias ‘Cuco Vanoy’. Hace un año, la revista Semana estuvo en esta zona del Urabá antioqueño y describe la vida de ‘Don Mario’ desde los inicios del movimiento de autodefensa hasta los momentos que vivió en Ralito, cuando los jefes ‘paras’ se sentaron a negociar con el gobierno. 'Don Mario' era casi un adolescente cuando llegó hasta San Pedro de Urabá de la mano de la familia Castaño, que había decidido establecer allí su santuario, precisamente por las condiciones geográficas que les permitían mantenerse ocultos y salir discretamente a ejecutar sus acciones.  Fue Fidel Castaño quien lo invitó a formar parte de un pequeño ejército privado que con el tiempo se convirtió en la fuerza más desestabilizadora de la historia reciente del país: las AUC. De eso hace 20 años. Tímido, de frases cortas e ideas poco brillantes, 'Don Mario' optó por mantenerse a la sombra de su hermano Freddy, conocido con el alias de el 'Alemán' y quien sí era uno de los comandantes más visibles e influyentes de ese grupo irregular.A pesar de la poca notoriedad que tenía en las AUC, día a día 'Don Mario' fue acumulando experiencia. Fidel y Carlos lo invitaron para que se fuera a los Llanos Orientales a 'trabajar' con Miguel Arroyave en la expansión paramilitar en los departamentos de Meta, Casanare y Arauca.  Cuando se produjo la desmovilización, los jefes paras se concentraron en Santa Fe Ralito, Córdoba, en donde algunos de ellos se mostraron con un gusto especial por las cámaras y las entrevistas: Salvatore Mancuso, 'H. H'., 'Don Berna', 'Ernesto Báez', 'Jorge 40', pasaron a estar en boca de los colombianos mientras 'Don Mario' optaba por una discreción absoluta. Por eso, cuando mataron a Arroyave de él ni siquiera se conoció una reacción, a pesar de la estela de crímenes que habían sembrado juntos.A pesar de semejante tropiezo, el proceso siguió y casi todos los paras fueron a dar a la cárcel en cumplimiento de la Ley de Justicia y Paz. 'Don Mario' empezó a desplazarse por toda la región con apenas un puñado de seguidores. Iba desde de las llanuras de Tierralta y Valencia, en Córdoba, hasta la costa que corre desde Arboletes hasta Turbo, en Antioquia. Le gustaba vigilar personalmente la buena marcha de los negocios que pasaban por sacar droga e ingresar armas y millones de dólares. Con el paso de los meses, la situación jurídica de los jefes paras entró en el laberinto kafkiano que todos conocen, mientras la riqueza de 'Don Mario' se multiplicaba por millones. De un día para otro la debilitada fuerza del otrora poderoso bloque Elmer Cárdenas, que comandó el 'Alemán', volvió a crecer.  "Lo que hizo Mario fue hablar con muchos de ellos y los convenció de continuar en las armas bajo el mando de él", le aseguró a SEMANA un desmovilizado del Élmer Cárdenas en Apartadó. "Sin el 'Alemán' muchos grupos de narcos y paras intentaron quedarse con el control de Urabá, que es la joya de la corona para el envío de droga hacia Estados Unidos. Semanalmente pueden estar saliendo 10 a 20 lanchas, cada una con dos toneladas de coca. Sin contar el valor de la droga misma, por cada kilo que sale se debe pagar 400 dólares. El cobro del permiso de salida puede representar al nuevo capo 20 millones de dólares al mes".Así nació un nuevo barón de la droga. La siguiente etapa en su carrera delictiva era consolidar el poder. Para esto, 'Don Mario' basa su estrategia en dos herramientas: plata y bala. El control de las salidas de droga le da un astronómico poder económico, cuenta con una chequera sin límites que ofrece por las buenas para reclutar a los desmovilizados. SEMANA recorrió hace una año una decena de poblaciones (San Pedro de Urabá, Apartadó, Chigorodó, Turbo y Carepa, entre otras) y en todas su fórmula es la misma. "Nos ofrece billete para que nos unamos a él", le confirmó a esta revista un desmovilizado en Turbo. "Si no aceptamos, somos amenazados o asesinados", narró otro en Montería.Todo es un escenario propicio pra ejercer la violencia. En cada uno de los lugares en donde se informa que ha dejado sus huellas SEMANA comprobó que él es el único que parece tener el control en los vestigios de un imperio en donde ahora reina el caos. Por ejemplo, en las inconclusas carreteras que unen Tierralta, Valencia, San Pedro de Urabá y Necoclí  es una sorprendente combinación de desarrollo ganadero y paisajes de la Edad Media. Majestuosas e inmensas haciendas dotadas de adelantos tecnológicos, rodeadas de centenares de casuchas en donde se hacinan niños hambrientos y jóvenes desempleados.