Un extraño episodio en la larga historia sobre los vínculos que funcionarios ecuatorianos tienen con las Farc acaba de revelarse en Quito. El ministro de Gobierno de ese país, Gustavo Jalkh, le entregó a la Fiscalía este miércoles un diario que supuestamente escribió con su puño y letra el jefe guerrillero ‘Raúl Reyes’, quien murió durante un bombardeo en Angostura (Ecuador), el primero de marzo del año pasado. El presunto manuscrito inicia a mediados del 2007 y termina en febrero del 2008, un mes antes del bombardeo que hoy tiene rotas las relaciones diplomáticas entre Colombia y Ecuador. Dicho texto, que al parecer fue encontrado por miembros de inteligencia en el lugar del combate, crítica duramente al presidente Rafael Correa; al ex ministro de Seguridad, Gustavo Larrea; y al ex subsecretario de Gobierno, Ignacio Chauvín. Del primero dice: “confiar en Correa fue un suicidio. Todos los aportes en dinero para la campaña de Correa no sirvieron ni para un carajo”. Y agrega: “Larrea, Brito y el Dr. Ayala, estoy seguro, se mueven con los carteles mexicanos de la droga, y para tener vía libre en sus líneas, colaboran con la CIA. Para ellos yo soy el verdadero botín y entregarme será su mayor negocio”. Brito es un coronel retirado y Ayala, un dentista. Así mismo, Reyes supuestamente dijo: “Si Venezuela combate con todo lo que tienen para ganar, (…) los gringos van a sufrir más daño que en Iraq o Afganistán”, y advierte que “las tensiones de la guerra serán tan fuertes que podrían terminar por desgarrar a Ecuador”. Incluso, hasta Reyes sospechaba de su muerte: “Mi final está cerca, pero eso no es lo que más me preocupa, lo amargo es tomar conciencia que caí como un niño en la trampa de Correa”. También se habla en el documento que, al parecer, gente del círculo íntimo de Correa iba a introducir misiles antiaéreos, por los cuales se habría pagado con droga. Sin embargo, Reyes aclara que ese armamento no llegó nunca. Ayer, tras conocerse el contenido del supuesto diario, el canciller Fander Falconí dijo en una rueda de prensa, que “el Presidente (Correa) nunca pidió dinero a las Farc, nunca envió un emisario para que se reuniera con los insurgentes y tampoco sabía de nada de esto. Nosotros queremos limpiar la imagen del Presidente”. No sólo es extraño el tono y el contenido del diario, sino el hecho de que funcionarios oficiales hayan entregado el diario. “No podía guardarse un documento de esta naturaleza y por eso se le entrega a la opinión pública, lo que demuestra este hecho que es un profundo compromiso con la verdad”, agregó Falconí.Pero no solo ellos dudaron del diario de Reyes. Medios de comunicación colombianos como La W dijeron esta mañana que grafólogos expertos que tuvieron acceso al documento semanas atrás, determinaron que el examen grafológico dio como resultado su falsedad.  Además, sorprende que otra noticia que involucra a las Farc con otros países aparezca justo en un momento de tanta tensión en las relaciones internacionales de Colombia con Ecuador y Venezuela.