"Sabemos que los grupos terroristas han adquirido lanzacohetes de marca en los mercados internacionales de armas, en la comunidad internacional. Colombia lo sabe", dijo Uribe en un acto público en la ciudad de Medellín, 450 kilómetros al noroeste de Bogotá. Además, indicó que su gobierno ya presentó la "queja a través de los canales diplomáticos a los respectivos países", aunque no especificó cuáles. Uribe insistió en que "si procedemos con firmeza, la comunidad internacional tiene que pensar que en lugar de tener laxitud para venderle estas armas a los terroristas, tienen que contar con firmeza para cooperar con la democracia colombiana en la derrota del terrorismo". Cooperación El 20 de julio pasado, la revista británica especializada en defensa Jane’s Intelligence Weekly publicó que el ejército colombiano había incautado un número indeterminado de lanzacohetes antitanque en campamentos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que podrían haber sido vendidos originalmente por un fabricante sueco al ejército de Venezuela. La publicación precisó que las armas serían del modelo AT4, fabricado por la compañía sueca Saab Bofors Dynamics. El colaborador de la BBC en Colombia Jeremy McDermott señala que el presidente Uribe busca cooperación internacional para asegurarse que las armas sofisticadas no lleguen a manos de los rebeldes de las FARC.