Nuevamente, la violencia y el plan pistola que estaría llevando a cabo un grupo criminal al margen de la ley cobró la vida de un uniformado, en el municipio de Tibú, ubicado en el departamento de Norte de Santander.
El crimen se registró este martes, hacia las 6:30 a. m., cuando una patrulla de la subestación de Petróleo realizaba el acompañamiento de un superior cerca al casco urbano. Allí, un francotirador disparó contra los uniformados, logrando impactar al patrullero James Antonio Morales, oriundo de Leticia.
“El hecho ocurrió cuando el uniformado que realizaba turno, brindaba acompañamiento y seguridad a un funcionario que salía de la estación a disfrutar de su descanso, siendo afectado por el francotirador a la altura del pecho”, indicaron las autoridades.
Pese a que el uniformado portaba chaleco antibalas, el proyectil lo impactó. Aunque fue auxiliado, la gravedad de la herida le causó la muerte en poco tiempo. Según se conoció, el patrullero Morales era oriundo de Leticia (Amazonas).
El ataque, al parecer, sería responsabilidad de grupos criminales como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) o las disidencias de las Farc, como retaliación a los golpes que las autoridades han dado en los últimos días en este municipio y la región del Catatumbo.
Precisamente, uno de estos golpes se registró el pasado domingo 17 de julio, cuando unidades de inteligencia del Ejército y la Policía logran neutralizar a Roque Antonio González, alias Roque, señalado peligroso cabecilla del frente GAOr-E33, estructura que nació tras la desmovilización de las extintas Farc.
De acuerdo con la información de las autoridades, alias Roque estaba estrechamente involucrado en los hechos ocurridos el pasado 8 de octubre de 2021, en donde presuntamente un menor de 15 años de edad junto a un adulto de nacionalidad venezolana estaban cometiendo hurtos en el sector comercio de Tibú y la comunidad los retuvo.
“Llegaron a la ubicación exacta donde estaría este hombre. Al momento de llegar la fuerza pública se generó un cruce de disparos y se logró la neutralización del hombre, quien es señalado por las autoridades por su presunta participación en el asesinato de dos menores de edad en el municipio de Tibú, en octubre del año 2021″, explicó el Ejército.
“Alias Roque, cabecilla de milicias urbanas de las disidencias de las Farc, tenía vigente una orden de captura por el delito de homicidio”, agregaron las autoridades.
Sin embargo, los golpes no solo han sido para las delincuentes, en lo corrido de este mes en el Catatumbo han sido asesinados otros dos uniformados (un policía y un soldado) en medio operativos y combates contra estos grupos delincuenciales.
El primer ataque ocurrió la mañana del sábado 9 de julio, cuando fue asesinado el subintendente de la Policía Nacional, José Leonardo Jaimes Fernández, en el municipio de Ocaña. El uniformado, junto con otros compañeros, estaba adelantando actividades de control en establecimientos públicos, cuando fueron atacados por tres sujetos que portaban armas fuego.
La situación tuvo lugar en el sector conocido como La Ciudadela Norte; allí, ante la reacción de los agentes, se presentó un intercambio de disparos que dejó como resultado un policía herido y el fallecimiento de Leonardo Jaimes, así como la neutralización de uno de los delincuentes.
El jueves 21 de julio, tropas del Ejército Nacional reportaron combates con integrantes del ELN en zona rural del municipio de Teorama, en la vereda Filo Guamo, zona del Catatumbo.
“El combate se presentó en desarrollo de operaciones de control militar de área, específicamente unidades que estaban en erradicación de cultivos ilícitos y preservando la seguridad del Oleoducto Caño Limón-Coveñas”, indicó el mayor general Omar Esteban Sepúlveda Carvajal, comandante de la Segunda División del Ejército.
En medio de la balacera, fue impactado el soldado profesional Alexander Lizarazo Archila, quien, pese a los esfuerzos que hicieron los enfermeros de combate por salvarle la vida, falleció en el lugar. El uniformado tenía más de 15 años al servicio del Ejército.
Por estos hechos, las autoridades de Norte de Santander ofrecen “una recompensa de hasta 50 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los delincuentes que emprendieron la huida y que sabemos que se encuentran heridos. Acudimos a la ciudadanía para que nos aporte información vital que nos permita lograr esa captura”, señaló el Teniente Coronel Alejandro Reyes, comandante encargado del departamento de Policía Norte de Santander.