Gritos, llanto, sirenas, incertidumbre, miedo y un improvisado reportero que registró a su modo y con su teléfono celular todo lo que estaba ocurriendo. Estos fueron los tensos momentos que se presentaron en el parque Mercedes Ábrego, en el centro de Cúcuta, a eso de las 11:20 de la mañana de este lunes.
“¡Qué bombazo tan hijueputa!”, se le escucha decir al hombre que registra el minuto a minuto de lo que ocurría. Al comienzo de la grabación, que dejaba ver el impacto de la onda expansiva, hace un primer plano de una mujer que estaba sangrando mientras convulsionaba.
Las imágenes resultan aterradoras, por lo que es imposible publicarlas, pues su contenido es fuerte y no apto para difundirlo.
Un hombre le rocía alcohol para cerrar las heridas mientras otras pedían ayuda. A los pocos segundos empiezan a sonar, a lo lejos, los sonidos de las sirenas de las ambulancias y de la Policía. “¡Está viva, está viva!”, gritaba el improvisado reportero, quien alertaba que se trataba de una bomba que había sido “sembrada” en el parque. “¡Vea cómo quedaron los hierros torcidos, vea!”.
Mientras avanzaba la grabación también aparecían otros heridos por el artefacto explosivo. Poco a poco, alrededor del parque empezaron a llegar más y más personas para ver qué había ocurrido y atender a las personas heridas. “Sonó durísimo, cerca del CAI, la señora está gravemente herida”.
El hombre que grababa hizo un ‘zoom’ hasta el lugar donde –según él– había estallado el artefacto en medio de los árboles. Después corre donde está un grupo de taxistas para informarles de lo ocurrido: “¡Qué bombazo, duro!”. A lo que otro le responde que quedó temblando.
Sin dejar de grabar, el hombre asegura que ya sabe quién es la mujer que resultó gravemente herida con la onda expansiva. “La que se la pasa aquí –mientras hace una seña– sentada con esta vieja, la mona esa bonita (...) tiene una chagualota, ñero, que le baja la sangre”.
El testigo sigue grabando mientras se observa cómo varias personas siguen llegando al lugar. El video termina cuando marca el minuto 2:49 y el sonido de la sirena de una ambulancia llega con más fuerza.
En la tarde de este lunes, el coronel Juan Carlos Ramírez Chaves, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, confirmó que la mujer, quien se desempeñaba como vendedora informal en el parque Mercedes Ábrego, falleció debido a la gravedad de sus heridas.
“La víctima es una comerciante informal, estamos adelantando las diferentes actividades del lugar de los hechos y la inspección técnica a cadáver para poder identificarla”, señaló el coronel Ramírez.
De acuerdo con testigos del hecho, la víctima fatal se encontraba vendiendo sus productos como habitualmente lo hacía, cuando hacia las 11:20 a. m. un artefacto explosivo detonó en el parque. Los criminales ubicaron el explosivo en una caneca metálica de basura, la cual estaba muy cerca de la mujer, indicaron las autoridades.
“Detona una carga explosiva, la cual le causa la muerte a una ciudadana y otras cuatro personas resultan heridas; estas personas iban pasando por el sector”, agregó el comandante.
Teniendo en cuenta la ubicación del artefacto explosivo, detrás de CAI de la Policía, el coronel indicó que la principal hipótesis de este hecho refiere a que el atentado iba contra los uniformados que allí se encontraban prestando su servicio. Por fortuna, ellos resultaron ilesos.
“El artefacto se ubicó exactamente detrás del CA y la hipótesis más fuerte que tenemos es que el atentado sea directamente contra el CAI. Por eso, se aísla la zona y se está haciendo el procedimiento correspondiente con el fin de descartar la presencia de algún otro artefacto explosivo”, puntualizó el comandante.
Ante esto, el pánico se apoderó de los comerciantes del sector, quienes vienen denunciando extorsiones por parte de grupos armados; sin embargo, el explosivo fue ubicado en una canasta exactamente detrás del Comando de Atención Inmediata (CAI) de este parque.
Al parecer, este atentado sería una retaliación de los grupo criminales organizados ante los múltiples golpes que las autoridades les han dado con el propósito de combatirlos y contrarrestar la inseguridad en la capital de Norte de Santander, que en los últimos meses ha vivido una creciente ola de violencia.