De cara a una eventual reapertura de frontera entre Colombia y Venezuela, la cual está programada para el próximo lunes 26 de septiembre, donde además se reunirán los dos presidentes de estas naciones, las autoridades del lado venezolano vienen realizando controles aduaneros con el fin de contrarrestar el contrabando en este territorio.
En ese sentido, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) realizó en las últimas horas un contundente golpe al contrabando de combustible, el cual provenía de Colombia. La operación se llevó a cabo en el Estado Táchira, en el municipio García de Hevia, zona de frontera con la ciudad de Cúcuta.
De acuerdo con las autoridades, integrantes de una organización delincuencial conocida como “Los Secos”, serían, al parecer, los responsables de los más de 2.000 litros de gasolina incautados que habían sido transportados hasta territorio venezolano.
Este procedimiento estuvo a cargo por efectivos de la GNB en coordinación con la Circunscripción Militar ZODI Táchira, donde se logró la captura dos personas comprometidas con el transporte de combustible de contrabando que habría salido del departamento de Norte de Santander.
Se detalló que se trataría de un hombre y una mujer quienes se movilizaban en un vehículo marca Ford Bronco, en donde transportaban 66 pimpinas de gasolina producto del contrabando, en total serían 2.310 litros de combustible.
El hidrocarburo y los responsables de la acción ilícita fueron dejados a disposición de la Redi de los Andes y de la Zodi Táchira, encargados del procedimiento en el área de frontera. Se presume que estas personas se dirigían a la ciudad de La Grita, del Estado Táchira, donde allí sería comercializado este producto.
A menos de una semana de esta reapertura, parece no haber una hoja de ruta binacional totalmente acordada de cómo se manejará el paso desde y hacia Venezuela de gente y carga.
De cara a esta fecha, hay más dudas que certezas, y es que la frontera es muy diferente a la que se cerró, y la dinámica social que hoy maneja la economía y el tránsito pendular por las trochas, se trasladará a los pasos formales, donde nadie sabe a ciencia cierta cuántas personas y vehículos van a pasar.
Según declaró a SEMANA Víctor Bautista, asesor de fronteras de Norte de Santander, “en las últimas tres semanas hemos visto un crecimiento significativo migratorio, con gente muy vulnerable, con madres cabeza de familia, con niños que están caminando en las carreteras nuevamente”.
En el tema del tránsito automotor en la frontera se está trabajando en evaluar cómo los vehículos se adaptarán a la nueva realidad, porque deberán pasar por revisiones tecno mecánicas, garantizar la identidad del propietario, ajustarse al pago del Soat y cumplir con el protocolo de emisión de gases.
Nada de eso está totalmente listo y, según Víctor Bautista, “se estima que pueden pasar diariamente entre 15 mil y 20 mil vehículos, que es un número significativo, y los aspectos de seguridad y control juegan un papel importante en los indicadores de inseguridad que hay la frontera; de ahí que el tema de una cooperación judicial y con la fuerza pública será fundamental”.