Luego de la reapertura de frontera entre Colombia y Venezuela, la cual se llevó a cabo el pasado lunes 26 de septiembre en la ciudad de Cúcuta, las autoridades de tránsito y transporte han intensificado los controles para regular el flujo en la transitabilidad por las vías nacionales.
En ese sentido, desde la capital nortesantandereana han salido varios buses en los que miles de migrantes buscan mejores alternativas de vida al transportarse hacia el interior del país; sin embargo, no todos se encuentran legales para movilizarse por este territorio.
Ante esto, cuatro buses de las empresas Expreso Bolivariano, Omega, Cotranal y Los Motilones fueron requeridos mediante un operativo migratorio metropolitano que se adelanta en el departamento de Santander, donde según se detalló, al parecer, 78 venezolanos viajaban en condición irregular.
Los operativos estuvieron a cargo por las alcaldías de Bucaramanga y Floridablanca junto a la Policía, el Ejército, la Personería y Migración Colombia, esto con el fin de verificar los vehículos y la respectiva documentación de los ocupantes.
“Desplegamos un gran Operativo Migratorio Metropolitano, en el kilómetro 18 de la vía a Pamplona, Norte de Santander (confluencia del ramal a Tona, Santander), para desmantelar las redes de tráfico de migrantes de la frontera con Venezuela a las ciudades del área metropolitana y el interior del país”, señaló la Alcaldía de Floridablanca.
Estos buses, que habían salido de la ciudad de Cúcuta, tenían como destino final Ipiales, Medellín y Bucaramanga. Por su parte, las autoridades iniciaron procesos administrativos sancionatorios con los diferentes representantes legales de las empresas involucradas.
“Nos tomamos la vía Bucaramanga-Cúcuta con rigurosos controles y registros a vehículos y personas que salen e ingresan por este corredor. Acciones institucionales a favor de la seguridad”, escribió Melissa Franco, secretario del Interior de Bucaramanga, en su cuenta de Twitter.
En medio del marco de la reapertura de frontera, donde además hizo presencia el presidente Gustavo Petro, las organizaciones de la sociedad civil aprovecharon la ocasión e hicieron un llamado al Gobierno nacional para que el tema migratorio también sea prioridad.
En ese sentido, junto a la Corporación a otra parte: derecho a no obedecer y organizaciones como Frontera Morada, Fundación El Pilar y Fundación Horizonte de Juventud, realizaron una bandera simbólica construida por más de 50 metros, en la que se representa el tejido social que hay entre las dos naciones.
Ante esto, SEMANA dialogó con Brenda Pérez Valencia, integrante de la Corporación, quien resaltó que esta iniciativa se hizo con el fin de mostrar que esta reapertura no solamente tiene un sentido económico, financiero o comercial, también que se debe mirar hacia el lado migratorio.
“Estamos haciendo un llamado a que se pongan en el centro la vida de los migrantes y la dignidad humana, queremos exigir acompañamiento y que se den garantías reales para los migrantes que transitan constantemente este puente internacional ubicado en Cúcuta”, resaltó Pérez.
El principal objetivo de esta estrategia es visibilizar la problemática que desde hace siete años se viene presentando en esta ciudad, por eso ellos recalcan la frase que dice: Abajo todas las fronteras.
“Las fronteras no solamente nos separan dentro de lo económico o político, sino que crean unas rupturas culturales que reproducen violencia, como la xenofobia que hemos vivido durante estos años y que queremos reivindicar la vida y los derechos humanos de los migrantes tanto colombianos como venezolanos”, puntualizó la vocera de la Corporación en SEMANA.