SEMANA: Siendo presidente de la Asociación Intergremial de Norte de Santander, ¿cómo tomó la noticia sobre una posible reapertura de frontera en el gobierno de Gustavo Petro?
Carlos Luna (C. L.): Desde el Comité Intergremial estábamos esperando esta noticia hace muchos años. Sabemos el impacto que ha tenido el cierre de la frontera en Cúcuta, no solamente vehicular, sino peatonal durante un tiempo, y comercial por las aduanas como tal. Sabemos de la importancia y el impacto positivo que va tener no solamente el restablecimiento de las relaciones que implica que podamos hacer una reapertura coordinada y en un acuerdo con las autoridades del vecino país en el estado Táchira y el gobierno venezolano.
SEMANA: ¿Cómo recuerda a Cúcuta hace siete años, cuando había paso comercial?
C. L.: Yo la recuerdo como la hemos conocido habitualmente, una ciudad viva, integrada con los visitantes, no solamente con los vecinos del Táchira, sino de Venezuela entera. Muchos cucuteños perdieron esa visión de antes de 2015 cuando pasaban más de 40.000 vehículos por los puentes fronterizos y eso es obviamente lo que queremos que regrese. Lo que generaba la frontera eran beneficios como: actividad económica, empleo y bienestar; no muertes, no tristeza, no inseguridad e informalidad como se ha generado en los últimos años.
SEMANA: Hace una ocho días los empresarios colombianos y venezolanos se reunieron en la ciudad de San Cristóbal, estado Táchira, con el objetivo de un acuerdo sobre la reapertura de frontera. ¿En qué quedó ese acuerdo?
C. L.: El acuerdo es el cierre de una fuerza de más de cuatros años, desde 2019, que estuvimos empresarios de Norte de Santander tratando de hacer una diplomacia ciudadana de facilitar y unir esfuerzos, para que se lograra de manera regional dar esos pasos que significaban volver a la normalidad, para que la gente no tuviera que seguir pasando por el río, por las trochas, siendo asesinadas, sino que pasara como en los años anteriores, por los pasos formales. Yo creo que no solamente es recuperar el tema comercial que es histórico, sino ver como una segunda oportunidad para Cúcuta y la frontera lo que ha planteado el presidente Petro que es industrialización y legalización en la frontera, y eso esperamos, trabajar de la mano con el nuevo presidente.
SEMANA: En ese sentido, ¿qué falta para que la frontera se abra satisfactoriamente?
C. L.: Lo que todos queremos es que sea una frontera ordenada, segura, pero que también sea una frontera diferente a lo que hemos vivido, y esa diferencia significa a que no solamente estemos atentos a ese intercambio que trae beneficios, sino que sea una frontera que pueda transformarse. Por eso tiene que haber formaciones, valores agregados a la frontera que terminen generando trabajo para sus habitantes. Eso queremos, que sea una nueva oportunidad de relacionamiento entre los gobiernos de Colombia y Venezuela para que eso se dé perfectamente.
SEMANA: Una vez abierta la frontera, ¿qué se viene para la región de Norte de Santander?
C. L.: Lo que se viene es poder diseñar una plan de desarrollo fronterizo por parte de ambos gobiernos. Yo creo que hay que dar una capacidad instalada en temas de empleo, industrialización y miles de oportunidades; porque, además, siempre es esta zona donde se siente el impacto político, económico y social de estos países y eso fue lo que vimos con todo este fenómeno de la migración. La frontera tiene que volverse una oportunidad de generar beneficios porque tiene con qué, tenemos el sector del calzado, la manufactura, la arcilla y el minienergético ya que desde aquí se produce gran parte de ese carbón cotizable que se utiliza a nivel mundial y que se puede exportar vía a Maracaibo por el puerto La Ceiba. Yo creo que viene una oportunidad de que Cúcuta se vuelva un puerto seco internacional más importante del país y ahí se generan unas oportunidades de complementariedad y de relación que es lo que nos va a generar seriamente un beneficio en el tiempo, más allá de las bonanzas o de las crisis económicas que hayamos podido tener o que podamos tener en el futuro.
SEMANA: Entonces, ¿cuándo podría abrirse la frontera luego de la posesión del presidente Gustavo Petro?
C. L.: Pues esperamos que muy pronto, después del 7 de agosto, se puedan encontrar los presidentes Nicolás Maduro y Gustavo Petro aquí, en esta frontera más viva de Latinoamérica, la más simbólica y la que ha sido golpeada en los últimos años. Todos los cucuteños esperamos que ese día se dé muy pronto y se pueda claramente enviar ese mensaje de que no solo se están restableciendo la relaciones, sino la vida, la actividad comercial, cultural y social de estas dos regiones vecinas divididas por estas diferencias políticas y diplomáticas.
SEMANA: ¿Se ha podido comunicar con el presidente electo Gustavo Petro?
C. L.: No, pero el presidente Petro conoce perfectamente porque entre la primera y segunda vuelta estuvo aquí reconociendo el tema que esto es una oportunidad para las manufacturas, el calzado y el cuero, y conoce de primera mano que hay una gran oportunidad de generar en corto plazo empleo de calidad y formal.
SEMANA: Para finalizar, ¿qué mensaje de esperanza les da a los cucuteños sobre esta posible reapertura de frontera?
C. L.: Muchos de ellos conocen lo que ha significado la frontera para nosotros, siendo una fuente de integración con los hermanos venezolanos. Tenemos oportunidades en común y hay que trabajar realmente en ese tema. Esperamos que el nuevo presidente nos permita mostrar nuestras posibilidades de desarrollo y conozco lo que significa el restablecimiento de las relaciones y la apertura total de la frontera.