Las disidencias de las Farc lo volvieron a hacer: construyeron un centro de salud y esperan el visto bueno del Gobierno nacional para que pueda entrar en funcionamiento.
La estructura fue levantada en el corregimiento Puerto Barranca del municipio de Tibú, en Norte de Santander, y detrás del plan están los integrantes del frente 33 del Estado Mayor Central.
Su líder es alias Richard, quien es recordado en la opinión pública por repartir kits escolares a menores de edad y entregar rosas a la población civil para conmemorar el Día de la Mujer.
La sospecha de las autoridades es que el hospital fue apalancado con las ganancias que les deja el narcotráfico y las extorsiones, entre otras rentas criminales que los mantiene vigentes.
La obra, llamada Tirzo Vélez, cuenta con salas de atención a primeros auxilios en las áreas de medicina general, odontología y ginecología. Cada rincón está adecuado con sofisticados elementos para estrenar.
En un video que circula en las redes sociales se ven las imágenes del proyecto, acompañado de voces de la comunidad que reitera una y otra vez los agradecimientos al grupo terrorista.
Un líder social que acudió a la inauguración el pasado domingo replicó: “Este puesto de salud va a beneficiar a 600 familias. Fue construido con el esfuerzo de las Farc – EP, agradecemos el gesto de voluntad”.
Ellos insistieron en que esta iniciativa sería una muestra de las intenciones de paz que tiene el Estado Mayor Central, en el marco de los acercamientos que tiene con el Gobierno nacional.
Los mismos pobladores recordaron que este centro médico estuvo activo hasta finales del siglo XX, pero que fue destruido por los grupos paramilitares y hoy vuelve a estar en perfectas condiciones.
Sin embargo, este espacio no podrá operar de manera legal hasta tener la autorización de la Secretaría de Salud del departamento de Norte de Santander o del Ministerio de Salud.
Por esa razón, la comunidad de Puerto Barranca le pidió al Gobierno nacional que acepte la obra para que puedan llegar los médicos y atender a la población civil más vulnerable.
“Que nos apoyen con el personal médico porque lo están entregando dotado, con todos los equipos. Necesitamos que traigan, al menos, dos médicos generales. Estamos muy contentos”, agregó otro líder social.
Unidades de inteligencia consultadas por SEMANA advierten que el Estado Mayor Central de las Farc no ha dejado de delinquir en esa zona del departamento de Norte de Santander, pese al cese al fuego.
Sus conductas están relacionadas con la producción masiva de sustancias ilícitas, el cobro de extorsiones a la población civil y la instrumentalización de ellos para la comisión de delitos.
Al parecer, ya no habría confrontaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) porque ambos grupos llegaron a un pacto de no agresión, pero siguen impulsando su máquina de billetes con el narcotráfico.