Un calvario están viviendo los habitantes del edificio Versalles, ubicado en la calle 6N n.° 18E-30, frente a la iglesia Cristo Evangelizador, de Cúcuta, luego de que el pasado domingo 11 de septiembre una parte del sexto piso del apartamento 602 se desplomara, dejando en incertidumbre a los residentes.
SEMANA se comunicó con el ingeniero Fernando Arévalo, propietario afectado, quien contó la problemática que está atravesando en su apartamento, la cual inició con unas grietas y ahora deberán demoler parte de la infraestructura que se desprendió.
Este hombre, quien vive desde hace muchos años junto a su esposa e hija menor en el mencionado lugar, comenzó a tener zozobra luego de que en el año 2013 las paredes presentaran grietas, las cuales con el paso de los años han generado angustia hasta tal punto de que en la actualidad su hija le dice: “Papi, si esto se derrumba, ¿nosotros nos vamos a morir?, ¿nos vamos a quedar sin casa?, ¿para dónde nos vamos a ir?”.
El propietario responsabiliza de esta situación a Grupo Inmobiliario Paisaje Urbano, encargado de la construcción de este edificio, debido a que desde hace aproximadamente nueve años, ellos han denunciado esta problemática en la fachada que no ha sido atendida.
“Desde ese tiempo ellos nos respondían que esas grietas o fisuras pequeñas que se estaban presentando eran causa de simplemente el asentamiento normal del edificio, porque el edificio fue entregado en 2011 y en 2013 entregaron los últimos apartamentos; que por esa razón, que era nuevo, se presentaban esos agrietamientos”, puntualizó.
Sin embargo, mencionó que ante esta situación la constructora iba y hacía revisión, pero nunca miraban la problemática a fondo, motivo por el cual, en el año 2020, la situación se agravó y puso en evidencia una grietas mayores que comenzaron en el apartamento 402.
“Allí se veían unas grietas bastante considerables y por dentro la pared se empezó a separar de la estructura, estos son problemas de elementos no estructurales, es decir, la constructora no supo construir la pared de los costados del edificio, no lo supieron hacer”, recalcó el hombre.
El hombre aseguró que en ese momento se les advirtió a la constructora, pero lo que ellos respondieron fue que “nosotros debíamos hacerle un mantenimiento periódico a la pared durante todos esos años y que nosotros nunca se lo habíamos hecho, que era echarles unas pinturas (epoxicos) lo que no permitía que la fachada se desprendiera”, indicó Arévalo.
Según contó, la constructora les dijo a los residentes que ellos no se habían acogido al manual de instrucciones de mantenimiento en el que decía que con este producto (epoxicos) se mantendría en buen estado el edificio, “pero eso era para embellecer, más no para evitar que sufriera algún tipo de rotura en la pared”.
Así pasó por dos años hasta que a mediados de junio de 2022, el apartamento de Arévalo, que es el 602, se empezó a ver afectado al presentar una fisura que pasó de ser de milímetros a centímetros, por lo que ellos exigían la garantía ante la constructora; esta respondió diciendo que ya había pasado el tiempo para hacer el reclamo. Pese a que interpusieron una demanda ante la Superintendencia de Industria y Comercio, salió el fallo a favor de la constructora.
“Desde junio para acá, mi apartamento y el del vecino de 702, empezaron a presentar aberturas que ya eran de 10 a 20 centímetros y ya al final antes que se viniera el muro, en algunas zonas era de 30 centímetros”, recalcó el afectado.
Sin embargo, la tragedia vino después, cuando a la medianoche del domingo 11 de septiembre, esta familia, que permanecía en el apartamento, pero durmiendo en otra habitación, vivió el peor de los sustos cuando empezaron a escuchar cómo la pared comenzaba a caerse.
“Ante esta situación, precisamente ese día nos llevamos a nuestra hija a donde la suegra y mi esposa y yo llegamos al apartamento a eso de las 11:30 p. m. y en el momento en que nos disponíamos a dormir fue cuando escuchamos un ruido y dijimos se va a caer el muro. Nosotros estábamos en otra habitación porque esa habitación afectada llevábamos más de un mes de haberla desocupado y luego de 15 minutos se desplomó el muro”, precisó el propietario.
Por su parte, Huber Plazas Villamizar, director de Gestión de Riesgos y Desastres, sostuvo que han solicitado a la constructora Paisaje Urbano los planos, con el objetivo de conocer los elementos no estructurales afectados que enfrenta el edificio Versalles.
“Nuestra recomendación es que las diversas familias salgan de sus apartamentos, como medida preventiva, y mientras se realiza la revisión general, aunque la constructora ha ofrecido una conciliación, pero igual vamos a estar acompañándolos, se busca es resolver esta problemática”, indicó.
De acuerdo con Arévalo, antes de que el muro se cayera, la constructora les ofreció el pago del 50 % de la demolición total del muro, un edificio de 15 pisos, con siete metros de ancho, pero con la condición de que ellos se encargaran de hacer la construcción nuevamente del muro, cosa que no aceptaron porque les pareció absurdo.
Por otro lado, Paisaje Urbano aseguró mediante un comunicado que “ante las vías de hecho que se han adelantado contra la constructora (…) se vienen evaluando los daños patrimoniales que se han venido causando en desarrollo de la actividad empresarial, para adoptar las medidas y ejercer las acciones correspondientes”.
Por lo pronto, la familia de Fernando Arévalo seguirá viviendo en zozobra mientras las cuotas de pago de su apartamento siguen llegando y se alcanza un acuerdo ante esta problemática para así evitar mayores afectaciones en otros apartamentos.