A cinco días de cumplirse un año de haber sido secuestrado el líder social en la región del Catatumbo, en las últimas horas se conoció que fue dejado en libertad por sus presuntos raptores, quienes serían miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Se trata de Rodolfo Galvis, quien por medio de una comisión humanitaria coordinada por la Iglesia católica y la Personería Municipal de Tibú lograron tener un acercamiento con este grupo al margen de la ley, permitiendo traer de regreso a su hogar a este campesino.

Antes de su secuestro, registrado el pasado 10 de septiembre de 2021, Galvis, quien es defensor de los derechos humanos y líder de restitución de tierras, hacía parte de la Diaconpaz y la Precooperativa Agroindustrial Semilleros de Paz y de Colombia.

Su retención, la cual ocurrió en la vereda El Ambato del municipio de Tibú, trajo zozobra y angustia para su familia, quienes con el pasar del tiempo perdían la esperanza de volver a ver a su ser querido con vida; sin embargo, no fue hasta en la noche del 5 de septiembre que ese sentimiento volvió con toda la fuerza.

Por su parte, diferentes organizaciones sociales y defensores de los derechos humanos en Norte de Santander han mostrado su solidaridad con este catatumbero y hacen un llamado especial a las autoridades del departamento para que, en lo posible, continúen desarrollando estas acciones con las demás personas secuestradas.

“Por eso les pedimos a las autoridades que los dispositivos que refuerzan la seguridad en la región sean permanentes, no podemos seguir permitiendo más ataques que alteren el orden público”, le indicó a SEMANA Diego Villamizar, defensor de los derechos humanos en la región.

A este caso se le suma un reciente hecho que tuvo lugar el pasado viernes 2 de septiembre en el sector El Trópico de la vereda Capellanía, perteneciente al municipio de Convención, en la región del Catatumbo, donde fue secuestra una mujer.

Se trata de Magola Páez Sepúlveda, de 58 años, quien se encontraba en su finca ubicada aproximadamente a 10 minutos del casco urbano del municipio, cuando hombres fuertemente armados la interceptaron y la sacaron de su hogar a la fuerza, llevándosela con rumbo desconocido.

Ante esta presunta acción de secuestro, al parecer, por parte de integrantes de grupos criminales que delinquen en este territorio, Páez fue dejada en libertad en horas de la noche del sábado 3 de septiembre, luego de cumplirse más de 24 horas.

La mujer ya se encuentra en el seno de su familia y se desconocen las razones de su rapto. Por lo pronto, las autoridades policiales no se han pronunciado para esclarecer quiénes estarían detrás de este nuevo secuestro.

Por su parte, SEMANA consultó a Deisy Díaz Torrado, defensora del Pueblo en la provincia de Ocaña, Norte de Santander, quien aseguró que se había activado la ruta de atención con el objetivo de garantizar los derechos que se le estaban vulnerando: “Celebramos la liberación de esta mujer en Convención, la Defensoría del Pueblo estará en territorio hablando con sus familiares y disponiendo de los canales para la atención psicosocial”.