La Dirección de Investigación Criminal de la Policía, la Fiscalía y la DEA propinaron un golpe a un millonario empresario de Norte de Santander que tendría relaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Clan del Golfo.
Se trata de Jesús Salvador Villegas Sánchez, conocido con los alias de ‘Chapucero’ o ‘Don Silva’, quien es requerido por una Corte de Texas por el presunto delito de narcotráfico. Así quedó reseñado en el expediente conocido por SEMANA:
“Tendría nexos con grupos armados organizados y una gran capacidad económica, que le permitía tener el control absoluto de la producción transporte y exportación de cocaína hacia Centro América y Estados Unidos desde el Catatumbo”.
Este hombre era catalogado como un objetivo de alto valor para el gobierno norteamericano, al ser identificado como el supuesto responsable del envío de más de diez toneladas de cocaína al año por medios marítimos.
Al parecer, él acumulaba veinte años de experiencia en esta materia y tendría como fachada la imagen de un prestigioso negociante de Ocaña que contaba con hoteles, restaurantes, gasolineras, vehículos, camiones y lujosos apartamentos.
En efecto, la Fiscalía le impuso extinción del derecho de dominio a quince de sus bienes, avaluados en más de dos mil millones de pesos, ubicados en los municipios de Cúcuta, Villa del Rosario y Abrego, en Norte de Santander.
Las medidas cautelares se aplicaron a tres inmuebles, seis vehículos, cinco establecimientos comerciales y una sociedad, los cuales fueron dejados a disposición de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) para su administración.
“Bajo su fachada de prestigioso comerciante en el Norte de Santander tenía 15 bienes avaluados en más de 2.00 millones de pesos”, reportó la Dirección de Investigación Criminal de la Policía.
En imágenes: bienes incautados a millonario empresario
La Dirección de Investigación Criminal de la Policía y la Fiscalía también anunciaron el embargo de 16 establecimientos donde funcionaba una reconocida cadena alimenticia, por presuntas relaciones con el narcotráfico.
La compañía se dedica a la venta de sushi en los departamentos de Antioquia, Risaralda, Valle del Cauca y Cundinamarca. La sospecha de las autoridades es que, presuntamente, allí se habría lavado dinero producto de la cocaína.
El protagonista de la historia es Julio Andrés Murillo Figueroa, un hombre de 49 años que invirtió parte de su fortuna en los famosos restaurantes y que, recientemente, fue detenido en una lujosa propiedad del municipio del Retiro.
Las autoridades tendrían material probatorio para sustentar que, supuestamente, este comerciante habría invertido las ganancias de la venta de estupefacientes en varias compañías colombianas.