Nuevamente se burló la seguridad del aeropuerto internacional Camilo Daza, en la ciudad de Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, donde en la madrugada de este viernes fueron hallados explosivos en el mismo lugar en que hace dos años fallecieron dos policías por un atentado terrorista.
Desde las 4:00 de la mañana de este 11 de agosto, la comunidad de esta zona de frontera se encuentra atemorizada ante la presencia de esta amenaza de bomba que mantiene paralizadas las actividades aéreas hasta nueva orden.
Sin embargo, la ciudadanía aún no se explica cómo estos criminales saltaron la malla y dejaron esta maleta con explosivos, la cual fue hallada con cables y un reloj temporizador. ¿Dónde está la seguridad de la terminal aérea?, esa es la gran interrogante con la que amanecieron los cucuteños frente a este panorama.
Lo cierto es que la Policía de Cúcuta fue alertada sobre la presencia de una maleta con explosivos al interior del aeropuerto, donde después de realizar los actos urgentes dio positivo y posteriormente fue detonada de manera controlada con un robot; sin embargo, sobre las 10:00 de la mañana, aún se verifica otro paquete.
Ante esta situación, SEMANA habló con coronel Carlos Andrés García, subcomandante de la Policía de Cúcuta, Norte de Santander, quien aseguró que gracias a perros antinarcóticos y explosivos lograron determinar que la maleta tenía artefactos explosivos.
“Uno de los guías de los tres perros revisa y encuentra que hay cables, un reloj temporizador y un cilindro”, detalló el coronel García, donde los técnicos a esta hora realizan el procedimiento para desactivar totalmente la carga explosiva.
Las autoridades están en la verificación de otro artefacto luego de que se presenciara un cilindro dentro de la maleta, por lo que las autoridades proceden con una nueva carga para hacer otra explosión controlada.
Por su parte, los vuelos fueron suspendidos temporalmente y cientos de viajeros se encuentran varados a inmediaciones de la terminal aérea. Muchos de ellos tenían programados vuelos desde las 6:00 a. m. con destino a Bucaramanga, Bogotá, Medellín, entre otras ciudades.
El subcomandante de la Policía de Cúcuta agregó que debido a la situación hay “cierres de vías y aislamiento de la zona” para garantizar la seguridad y la vida de las personas que viven en el barrio aledaño al aeropuerto.
Lo cierto es que la maleta se encuentra cerca de donde ocurrió el atentado terrorista que le cobró la vida a dos policías el pasado 14 de diciembre de 2021, razón por la cual se están extremando las medidas de seguridad.
“Con los antecedentes hemos sido más precavidos y la idea es tener control de la zona para evitar que haya segundos artefactos”, explicó el coronel Carlos Andrés García.
Las personas que tenían vuelos programados para este viernes en la madrugada y la mañana deberán esperar hasta que las autoridades terminen de inspeccionar toda la zona. La recomendación es a que estén atentos a las instrucciones de las aerolíneas y los reportes de la Policía.
Así se planeó el ataque terrorista al aeropuerto de Cúcuta en 2021
El atentado terrorista en el aeropuerto de Cúcuta pretendía ser un golpe fulminante a la fuerza pública y al servicio aéreo de la capital de Norte de Santander y lo fue, pero, por fortuna, no en las dimensiones que querían los criminales de las disidencias de las Farc. Una carga explosiva se activó en la espalda de un terrorista y así el plan quedó a la mitad.
La tragedia ocurrió cuando el resto de terroristas escaparon y dejaron abandonada otra carga explosiva, lista a detonar, en el peor momento, justo a la llegada de los policías antiexplosivos que prestaban servicio de vigilancia en el aeropuerto. Los dos fueron asesinados por las disidencias.
Diego Felipe Maya González y Sebastián Moreno Maya, alias Sebas, huyeron como cobardes para ubicarse en las afueras del aeropuerto, esperando que los uniformados llegaran a la escena del crimen. Desde la distancia activaron la carga y cumplieron la otra parte de su plan criminal.
La investigación de la Fiscalía permitió establecer los detalles de este ataque terrorista. De cómo los delincuentes de las disidencias de las Farc le apostaban a causar un daño peor al que finalmente cumplieron con los dos artefactos explosivos. El proceso llevó a la captura de Maya González y Moreno Maya.
“Estos dos hombres, mediante preacuerdo, aceptaron de manera libre y voluntaria los delitos de homicidio y tentativa de homicidio agravados; terrorismo; y fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos”, señaló la Fiscalía al confirmar la negociación.
Una fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales estableció que Maya González se reunió y mantuvo comunicación con los cabecillas de las disidencias del frente 33 de las extintas Farc para definir aspectos logísticos y financieros del atentado en el aeropuerto.
En ese mismo plan, la Fiscalía logró acreditar, en el marco de la investigación, que fue Maya González quien recibió dinero para contactar y reclutar en Medellín a las personas que viajaron a Cúcuta y se hospedaron en inmediaciones del aeropuerto para hacer vigilancia y ejecutar el acto terrorista.
“De otra parte, en la investigación se estableció que alias Sebas se trasladó a zona de frontera con Venezuela, a los campamentos de Jhon Mechas y Darwin, máximos cabecillas de las disidencias del frente 33 de las Farc; y recibió instrucción para la preparación y manipulación de los dos explosivos usados en el ataque”, explicó el ente acusador.
Cuando alias Sebas llegó a Cúcuta se reunió con un hombre identificado como Cristian Camilo Muñoz Manjarrez, el mismo que ingresó por una alcantarilla al aeropuerto y, en arrastre bajo, trató de llegar hasta la plataforma, donde estaban apostadas aeronaves del Ejército Nacional. Fue antes de llegar a su objetivo que detonó por error la carga en su espalda.
“En el trayecto, uno de los artefactos se activó en la espalda de Muñoz Manjarrez, quien murió en el lugar. Ante esta situación, alias Sebas escapó del lugar, y el otro explosivo quedó abandonado en una zona boscosa y fue accionado cuando los intendentes William Bareño Ardila y David Reyes Jiménez llegaron a inspeccionar el área”, señaló la Fiscalía al entregar los detalles del acuerdo con los dos terroristas.
El acuerdo con los dos terroristas se convierte en una condena de 29 años y 11 meses de prisión. Se trata de una dura condena teniendo en cuenta que los delincuentes aceptaron su responsabilidad en el atentado terrorista.