Blanca Yamile Rojas Estupiñán, directora de la Agencia de Renovación del Territorio (ART) en Norte de Santander, contó en SEMANA los angustiantes momentos que vivió en manos de grupos armados luego de que la secuestraran en la región del Catatumbo. Estos hombres la obligaron a que respondiera sobre las obras que está adelantando el Gobierno en esta región y después de varias horas la dejaron en libertad.

Alrededor de 15 hombres fuertemente armados interceptaron la camioneta en la que se movilizaba Rojas junto a su esquema de seguridad y una ingeniera cuando se desplazaban hacia el corregimiento de La Gabarra. Atentando contra la vida de los ocupantes del automóvil, los obligaron a descender del mismo, pero sin dejar bajar a la directora.

“Un hombre armado se ubicó en la salida de la puerta del copiloto donde yo iba ubicada, me advirtió que no me podía bajar ni mover, a todos nos pidió el celular y me dijo que si colaboraba nada me iba a pasar, que me iban a llevar, pero que tenía que hacer caso de lo que ellos me dijeran”, mencionó Rojas.

Desde ese momento, Yamile comenzó a vivir un calvario donde ella no entendía por qué la estaban secuestrando ni para donde se la llevaban, tan solo recordó que este grupo subversivo, el cual no se identificó, se montó a la camioneta y arrancó con rumbo desconocido.

“Yo insistía en que me dijera que era lo que estaba pasando, inicialmente yo pensé que era por la camioneta, luego pensé que era por las armas de dotación de los escoltas de la UNP, así iba transcurriendo el tiempo cuando escuché que el tipo que estaba parado en la puerta le dio la orden al resto de hombres que se ubicaran en la parte de atrás de la camioneta y otros más se montaron, no voltee a mirar porque estaba con mucho miedo, tenía muchísimo miedo”, señaló la directora.

Yamile recordó que anduvieron sobre una vía, el cual era un ramal, donde aclaró que no es una vía terciaria, y mientras ella iba observando todo el panorama le hacía preguntas en las que le respondían: “Vamos a ir a un sitio, tranquila, no se preocupe, no le va a pasar nada, tal vez me veían muy angustiada”, luego de aproximadamente una hora y diez minutos llegaron a su destino.

“Nunca había ido hacia esa parte, ese sector no lo conocía, estaba perdida, era un ramal, en la vía había mucha agua, mucha quebrada, por el lugar había como un retén de estos hombres de la guerrilla. Nunca me sentaron, me mantuve de pie, me llevaron hacia un árbol muy grande y ahí llegó un tipo y me dijo: teníamos que traerla a las malas porque usted nunca a las buenas iba a venir”, expresó Rojas.

Pese a que ella le preguntó sobre quiénes eran, se negaron a responderle y la atacaron con varias preguntas muy puntuales con relación a algunas dudas que ellos tenían sobre las inversiones y obras que se están llevando a cabo en la región del Catatumbo.

“Me preguntaron sobre el proyecto de Tibú-La Gabarra, ¿cómo se estaba ejecutando?, ¿qué le hacía falta?, ¿si había estudios y diseños?, la otra pregunta fue sobre el acueducto y alcantarillado de La Gabarra que se está ejecutando y por último una inversión en una vereda de La Gabarra del 40″, aseveró la directora.

Así mismo, también le preguntaron cosas más generales como: ¿de dónde vienen los recursos del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial para El Catatumbo?, ¿quién lo ejecuta?, ¿de dónde sale la plata?, ¿cuál es la inversión?, ¿qué otros proyectos vienen para El Catatumbo?, entre otras.

Luego de que Yamile respondiera detalladamente cada pregunta que le hicieron sobre los proyectos y obras que se intervienen en esta zona del departamento, el hombre que la estaba cuestionando le dijo: “Esto va a ser rápido porque el parche se nos calentó, a usted no le va a pasar nada”.

El único objetivo de estos hombres eran aclarar sus dudas, motivo por el cual después de casi cuatro horas, la volvieron a bajar de este lugar desconocido en un carro en el que en un paraje la estaba esperando una motocicleta, que posteriormente la acercó hasta un caserío a inmediaciones del casco urbano de Tibú donde en el kilómetro 25 la esperaba el personero de este municipio.

“Hubo un maltrato psicológico, esa abordada fue terrible (...); aquí en la comunidad del Catatumbo las comunidades están muy esperanzadas en el gobierno de Petro, la gente está muy contenta y como funcionaria pública sé que van a venir tiempos mejores para poder ayudar estas comunidades de la región que han sido golpeadas durante tantas décadas, pero seguiré con mucha responsabilidad en esta región trabajando al igual que todos los que nos une trabajar por esta comunidad”, puntualizó Yamile Rojas.