Ciudadanos captaron con sus celulares las escalofriantes honras fúnebres de José Pabón Ojeda, calificado por la Policía Metropolitana de Cúcuta como un posible delincuente que merecía cuidado: hubo disparos, detonación de pólvora y mariachis.
En videos colgados en redes sociales se observa el carro que transportaba el féretro y, en la medida en que avanzaba por el barrio San Miguel, se escuchan los estruendos de las balas y el eco de la pirotecnia que iluminaba la noche.
Este hombre de 56 años fue asesinado el pasado 16 de mayo en la zona urbana de la capital de Norte de Santander en un aparente ajuste de cuentas. Al parecer, el crimen habría sido ordenado por un peligroso cabecilla que hoy está privado de la libertad.
El fallecido denunció ser víctima de secuestro en 2010, fue acusado de extorsión en 2012, ese mismo año se presentó como afectado por una estafa, fue señalado de cometer un robo en 2013 y alegó presiones para entregar dinero en 2015.
Las autoridades sospechan que sus últimos años de vida los dedicó a presuntos negocios criminales con alcances binacionales, entre Colombia y Venezuela, relacionados con viajes que terminaban en estafas.
Medios locales también aseguran que José Pabón Ojeda sería el papá de alias Pepino, líder de la estructura delincuencial de Los Manzaneros que hoy causa terror en toda la ciudad de Cúcuta y los rincones del área metropolitana.
Frente a la polémica despedida, la Policía Nacional aseguró que no se presentaron complicaciones entre la ciudadanía y tomó el control de la situación una vez se hizo pública, aunque el temor sigue en el territorio por posibles retaliaciones.
Varias personas se han referido al episodio en internet: “En la mitad de esta cruenta guerra quedamos los ciudadanos que, temerosos de lo que está ocurriendo, optamos por no salir de nuestras casas para evitar quedar en medio de un ataque sicarial”.
El alcalde Jorge Acevedo lideró un consejo de seguridad para evaluar la situación de las últimas horas, donde también ocurrió una masacre de tres personas, y respondió que todos los casos estarían relacionados con ajustes de cuentas.
Aunque él reconoció que en las calles de su ciudad hay una sensación de inseguridad sin precedentes, pues en cualquier momento se puede desatar una balacera y la población civil es la que podría recibir todo el golpe de los criminales.
“Entiendo que los hechos de sicariato que han ocurrido en las últimas horas en la ciudad generan zozobra y sensación de inseguridad entre la ciudadanía. Como alcalde, siento frustración porque estamos trabajando intensamente”, dijo Acevedo.