Un voraz incendio destruyó el hogar de la familia cucuteña Bonilla Aguilar, que lo perdió todo a causa de este incidente. En el hecho una persona resultó herida y lo único que se salvó fueron unas biblias, las cuales quedaron intactas.
El pasado lunes 22 de agosto, mientras unos niños disfrutaban de una tarde de cometas en el barrio Los Alpes, de la ciudad de Cúcuta, tocaron con este objeto unos cables de alta tensión de las redes eléctricas, dejando sin energía a este sector a partir de las 4:00 p. m.
Tras esta emergencia, a varias familias de la zona les tocó alumbrarse con velas para pasar la noche a la espera que la empresa Centrales Eléctricas de Norte de Santander (Cens), encargada de reparar el daño, llegara a atender la situación.
Así las cosas, la vivienda de la familia Bonilla Aguilar, ubicada en la calle 2 con transversal 17, del barrio Los Alpes, se vio afectada por este corte de energía, a lo que Angélica Aguilar, a eso de las 6:30 p. m. del mismo lunes, decidió encender una vela en la cocina para prepararles la cena a sus dos hijas, un nieto y a su esposo.
Sin embargo, lo peor vino después cuando la vela cayó encima de unos potes con pegamento, lo que ocasionó que se provocara un incendio, generando una reacción oportuna en la mujer, quien alcanzó a utilizar un extintor, pero no fue posible contener las llamas.
Su esposo, Alexander Bonilla, al momento del incendio se encontraba en la sala de la casa trabajando en la fabricación de calzado y, cuando intentó a apagar el fuego, este lo alcanzó quemándole un brazo y una pierna.
Los vecinos del sector se percataron de la emergencia al oír los gritos de auxilio que provenían de este hogar y de un momento a otro presenciaron cómo el hombre salió del lugar envuelto en llamas, mientras que Angélica huyó por la parte de atrás sana y salva.
Minutos más tarde, el Cuerpo de Bomberos de la ciudad arribó al lugar de los hechos y controló el incendio que, de acuerdo con el reporte de los organismos de socorro, dejó las paredes de la casa debilitadas, por lo que es necesario tumbarlas y reconstruir nuevamente la vivienda.
Por su parte, la Secretaría para la Gestión del Riesgo de Desastres de Cúcuta, en cabeza de su director Huber Plazas, les entregó un kit de cocina, alimentos, colchonetas, almohadas y cobijas. Así como también el gremio del calzado les ha donado mercados, ropa, entre otras cosas a los miembros de la familia damnificada.
Angélica relató que su esposo se encuentra en un centro asistencial recibiendo atención médica y permanece estable. Los daños que causó este incendio destruyó sillas, muebles y otras cosas que había en su casa, las cuales quedaron en ceniza y polvo.
Sin embargo, lo más curioso para esta mujer fue que dos biblias que estaban guardadas en un escaparate quedaron en buen estado, pues dice que es un milagro que estos libros hayan resistido al fuego que pasó por toda la casa.