En medio del marco de la reapertura de frontera entre Colombia y Venezuela que se llevó a cabo el pasado lunes 26 de septiembre, donde además hizo presencia el presidente Gustavo Petro, las organizaciones de la sociedad civil aprovecharon la ocasión e hicieron un llamado al Gobierno Nacional para que el tema migratorio también sea prioridad.
En ese sentido, junto a la Corporación a otra parte: derecho a no obedecer y organizaciones como Frontera Morada, Fundación El Pilar y Fundación Horizonte de Juventud, realizaron una bandera simbólica construida por más de 50 metros, en la que se representa el tejido social que hay entre las dos naciones.
Ante esto, SEMANA dialogó con Brenda Pérez Valencia, integrante de la Corporación, quien resaltó que esta iniciativa se hizo con el fin de mostrar que esta reapertura no solamente tiene un sentido económico, financiero o comercial, también que se debe mirar hacia el lado migratorio.
“Estamos haciendo un llamado a que se pongan en el centro la vida de los migrantes y la dignidad humana, queremos exigir acompañamiento y que se den garantías reales para los migrantes que transitan constantemente este puente internacional ubicado en Cúcuta”, resaltó Pérez.
El principal objetivo de esta estrategia es visibilizar la problemática que desde hace siete años se viene presentando en esta ciudad, por eso ellos recalcan la frase que dice: Abajo todas las fronteras.
“Las fronteras no solamente nos separan dentro de lo económico o político, sino que crean unas rupturas culturales que reproducen violencia, como la xenofobia que hemos vivido durante estos años y que queremos reivindicar la vida y los derechos humanos de los migrantes tanto colombianos como venezolanos”, puntualizó la vocera de la Corporación en SEMANA.
Sin embargo, la frontera es muy diferente a la que se cerró y la dinámica social que hoy manejan la economía y el tránsito pendular por las trochas se trasladará a los pasos formales, donde nadie sabe a ciencia cierta cuántas personas y vehículos van a pasar, pero lo que sí se ha dicho es que será una gran oportunidad para reactivar la economía de Cúcuta, Norte de Santander.
Por tal motivo, el alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez, en diálogo con SEMANA, afirmó que espera que la reapertura de la frontera permita acabar definitivamente las trochas ilegales, pasos no permitidos que han sido utilizados por organizaciones criminales para disputar el contrabando.
Yáñez manifestó que la reapertura de la zona de frontera traerá como consecuencia que se registren indicadores al alza en materia de crecimiento económico en la región de Norte de Santander por la habilitación del paso de camiones de carga.
“Yo estoy convencido de que con el paso a paso que hemos venido dando con las autoridades militares, la Policía, el Ejército, estaremos cada vez más pendientes de que se han ofertado alternativas para estas personas que ocupaban las trochas ilegales y que vivían del contrabando”, sostuvo Yáñez.
El mandatario local agregó: “El enemigo común se llama el narcotráfico, que complementaba también la actividad de estas trochas, que es donde tenemos que apretar, donde debemos ser muy coherentes con el vecino país, con la Guardia Venezolana y con la gobernación del Estado Táchira entender que la frontera cuenta con más de dos mil kilómetros que son permeables”.
De la misma manera, Yáñez indicó que se debe articular un trabajo con las diferentes autoridades nacionales y del vecino país que, según él, agilizará la reactivación económica en la ciudad y la región.