Las autoridades colombianas capturaron a cinco personas, señaladas de conformar una organización ilícita que, al parecer, falsificaba moneda nacional y extranjera para comercializarlas en zonas fronterizas.
Los detenidos fueron identificados como Alirio Castañeda, alias El Ángel; Leonardo Duarte, alias Arturito; José Monroy Jaimes; Daniel Rodríguez, alias Taison, y Félix González Joves, alias El Tío.
Los indiciados operaban desde Cúcuta. Según la Policía, producían dinero extranjero falso en grandes cantidades para venderlo a un precio inferior entre traficantes colombianos y venezolanos. Su objetivo era introducirlo en el comercio de las regiones fronterizas de ambos países.
Los investigadores llevaron a cabo cinco diligencias de allanamiento y registro con el fin de recolectar elementos materiales probatorios y evidencia física. Durante el operativo incautaron 34.000 dólares americanos falsos y más de 39 millones de pesos en billetes de 100 mil y 50 mil con acabados similares a los originales que, supuestamente, estaban listos para ser enviados al comercio y al país vecino.
“Durante los 18 meses que duró la investigación, la Dijin, junto con el Servicio Secreto de los Estados Unidos, logró asestar bastantes golpes a esta organización criminal. Entre estos se destaca la captura hace varios meses de dos personas, la incautación de más de 494 mil dólares falsos, más de 40 millones de pesos colombianos falsos, 517 mil bolívares venezolanos auténticos y el desmantelamiento de una fábrica de papel moneda espuria”, informó la institución armada.
Los cinco capturados fueron presentados ante la autoridad competente y la Fiscalía General de la Nación les imputó cargos por los delitos de falsificación de moneda nacional o extranjera, tráfico de moneda falsificada y concierto para delinquir. Posteriormente, un juez decidió cobijarlos con medida de aseguramiento privativa de la libertad en centro carcelario.
Cayó peligroso capo del Clan del Golfo
En plena celebración de Navidad, y mientras disfrutaba de carreras de caballos y peleas de gallos, comandos de la Policía Nacional se internaban en zona rural del corregimiento Caracolí, en jurisdicción del municipio de Carepa (Antioquia), para dar con el paradero de alias Atilio, capo del Clan del Golfo.
Atilio era señalado de introducir grandes cargamentos de cocaína en los contenedores de las mercancías que exporta el país, especialmente desde los puertos marítimos del Urabá antioqueño y la costa Caribe.
La operación culminó en la madrugada del martes 26 de diciembre, con la captura de este hombre, señalado de traficar hasta 15 toneladas de cocaína mensuales hacia Estados Unidos y Europa y requerido por la Fiscalía General de la Nación por el delito de concierto para delinquir agravado.
“Durante la acción policial, que incluyó sortear en la oscuridad peligrosos pantanos, los comandos se percataron de la presencia de un menor de edad, hijo del señalado narcotraficante, y procedieron a brindarle protección especial y a restablecerle sus derechos”, informó la Policía.
Tras meses de actividades de inteligencia, los agentes detectaron que Atilio alternaba sus movimientos entre camionetas de gama alta y bestias de carga, siempre portando una cédula falsa, a nombre de José Manuel Manco Cartagena.
Además, comprobaron que el delincuente vestía a sus hombres de seguridad con indumentaria de campesinos, incluido machete al cinto, para intentar detectar la presencia policial hasta tres kilómetros a la redonda.
Según la Policía, Jacob Rodríguez Úsuga tiene una trayectoria criminal de 16 años y es primo de alias Otoniel, quien fue el máximo cabecilla del Clan del Golfo hasta su captura y posterior extradición a Estados Unidos, en 2022, donde purga una condena de 45 años de prisión.
Alias Atilio era ahora uno de los hombres de confianza de Jobanis Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo, el sucesor de Otoniel.