Las autoridades de la ciudad de Cúcuta están sumando acciones para reducir la contaminación y preservar el medio ambiente, la estructuración de las políticas públicas de calidad del aire y cambio climático ya se encuentra en fase final, donde se espera que en junio sean radicadas en el Concejo Municipal.
Cuenta el relato popular que después del terremoto de Cúcuta ocurrido el 18 de mayo de 1875, los habitantes de la capital nortesantandereana adoptaron la cultura de plantar árboles nativos a las afueras de sus casas, en vías principales y avenidas.
Es así como el gran número de plantas sembradas hicieron que al municipio se le reconociera como la ‘ciudad de los árboles’ y que en 1988 fuera elegida como ‘Ciudad Verde’ por el Instituto Nacional de los Recursos Naturales (Inderena).
Han pasado cuatro décadas desde entonces y el título de ciudad verde ha cobrado un nuevo significado en el que se incluyen aspectos como el cambio climático, bajas emisiones de gases de efecto invernadero, bajos niveles de contaminación acústica, entre otros.
En ese sentido, y de acuerdo con Ángel Bohórquez, subsecretario de Medio Ambiente de la Alcaldía de Cúcuta, el municipio entró en una nueva era ambiental desde hace cuatro años, cuando se incluyeron dentro del Plan de Desarrollo temas como la preservación de áreas estratégicas, calidad del aire, ruido ambiental, silvicultura y economía circular. Así avanzan:
1. Conservación de áreas estratégicas: el futuro es el agua
“Desde 1993 hasta 2020, el municipio adquirió 2.700 hectáreas de áreas estratégicas, cuya importancia radica en preservar los ecosistemas donde nace el agua que se suministra a los acueductos de la ciudad. Sin embargo, lastimosamente estas áreas se compraron en cuenca media baja y se habían dejado a merced de terceros. Bajo este panorama, nos propusimos recuperarlas y adicional, adquirir en el cuatrienio 1.600 hectáreas más”, explicó Bohórquez.
A la fecha, Cúcuta ha adquirido 330 hectáreas en el municipio de Arboledas, zona de amortiguación del Parque Natural Regional Sisavita, y en las próximas dos semanas inician los estudios ambientales de la segunda compra del Páramo de Santurbán equivalente a 1.300 hectáreas.
“A diferencia de lo que pasó en años anteriores, estas áreas entran a formar parte de la alianza Biocuenca y del programa ‘Mi Páramo’ donde junto con los habitantes del territorio se conservarán gracias a la generación de negocios verdes para que ellos tengan una mejor calidad de vida sin afectar el páramo con cultivos”, señaló el funcionario.
2. Calidad del aire y cambio climático: un hito histórico
Desde 2022, la Alcaldía de Cúcuta, con el apoyo de la Universidad Francisco de Paula Santander, vienen trazando los lineamientos técnicos para la construcción de la Política Pública de Calidad del Aire, la cual resulta necesaria teniendo en cuenta que el parque automotor de la ciudad tiene más de 30 años, adicionalmente la economía funciona a base de carbón, produce materiales para la construcción en arcilla y es un destino clave en los servicios de lavandería de textiles.
“En medio de este ejercicio entendimos que no podemos hablar de calidad del aire sin incluir el cambio climático, porque todas las emisiones están generando una huella de carbono en el municipio que ante los ojos internacionales nos hace menos competitivos. Por eso decidimos lanzar la política de cambio climático que nos llevó a hacer la primera medición de gases de efecto invernadero. Con la aprobación de estas políticas, buscamos que el Concejo Municipal deje asignado un presupuesto que permita la ejecución de estas estrategias en pro de la reducción de la contaminación”, recalcó el subsecretario de Medio Ambiente.
3. Ruido ambiental: un problema de noche y de día
Desde 2011, según lo establecía la Ley, Cúcuta debía tener el mapa de ruido ambiental, el cual hasta la fecha es inexistente. Actualmente, la ciudad ha avanzado en la construcción de la información técnica a través de la identificación de generadores de ruido en tres comunas: 1, 2 y 6. Allí se identificaron más de 3000 generadores de ruido y a partir de ahí se construyeron los lineamientos técnicos de políticas públicas.
“Ya finalizamos el documento y estamos próximos a radicarlo al Concejo Municipal para que también tengamos una política pública que nos permita conocer esos límites de ruido ambiental, sectorizar el territorio, saber en cuáles lugares se pueden realizar actividades que generen ruido, cuál es el límite, es decir, ponerle orden a todo el caos que tenemos en la ciudad tanto de noche como de día”, aseveró Bohórquez.
4. Economía circular y aprovechamiento de residuos: nace la Alianza R
En 2021, Cúcuta fue incluida en el programa PREVEC de la GIZ el cual busca crear proyectos para promover los negocios verdes y la implementación de la estrategia nacional de economía circular. Eso permitió que, por primera vez en la historia de la ciudad, todos los recicladores estén en una misma mesa y tengan un mismo objetivo, la unión de ellos se conoce como la Alianza R y allí participan seis organizaciones de reciclaje ya formalizadas con sus recicladores de oficio capacitados y organizados con dotación.
5. Silvicultura urbana: ‘Lo juro, un voto, un árbol’
Según lo establece el Plan de Desarrollo Municipal, el compromiso de la administración actual es sembrar 110.000 árboles en la ciudad. De acuerdo con Ángel Bohórquez, se han sembrado 106.000 a través de las más de 142 jornadas que se realizan cada domingo. “Acabamos de firmar un convenio con Corpocero donde ellos van a sembrar 45 mil. Es decir que vamos a llegar a los 150 mil árboles, pero la meta es lograr los 200 mil a diciembre”.
Las jornadas de esta estrategia se han realizado en los barrios de todas las comunas de la ciudad, en algunas zonas del área rural, así como en espacios públicos y principales. Con esto lo que se pretende es enseñar la cultura del cuidado del medio ambiente desde el ejemplo y llevar toda la oferta institucional a las comunidades.