De cara a la apertura vehicular entre Colombia y Venezuela, en la ciudad de Cúcuta (Norte de Santander), se llevó a cabo la mesa de diálogos Frontera por la Vida, un espacio liderado por Migración Colombia con el objetivo de identificar problemáticas y proponer soluciones frente a las necesidades de la población migrante y de acogida del departamento.
Ante este encuentro, el director Nacional de Migración Colombia, Carlos Fernando García Manosalva, aseguró que se trabaja en adaptaciones de la política migratoria en el país para hacer frente a un posible aumento en el flujo pendular que se puede dar por Norte de Santander con la apertura de frontera el próximo primero de enero de 2023.
“Migración se prepara apara asumir los retos del transporte de migrantes a través de corredores humanitarios atravesando el país en diferentes sentidos y sirviendo de entidad bisagra, garantizando una inversión social adecuada de los ministerios y entidades”, señaló García Manosalva.
Así mismo, el alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez, presentó la estrategia ‘Sembrando la migración’, una iniciativa de la administración donde han atendido a más de 50.000 personas, entre los que se encuentran migrantes, retornados y población de acogida.
“Nuestro objetivo siempre se centrará en garantizarle los derechos a estas poblaciones. Seguiremos apoyando estas iniciativas que lidera el del Gobierno nacional para escuchar los requerimientos de los territorios. Mi compromiso es continuar con el trabajo en conjunto para lograr una apertura efectiva de la frontera con Venezuela”, aseveró el mandatario de los cucuteños.
Por otra parte, el director de la entidad anunció la instalación de un puesto de migración en el municipio de Tibú, ubicado en la subregión del Catatumbo, en respuesta a la solicitud que la ciudadanía le hizo para que eso fuera posible bajo el marco de Migración Humana.
“Es una gran felicidad porque como defensores de derechos humanos nos preocupaba mucho a lo que se exponían estos migrantes por la trocha y ahora estaremos más cerca de las autoridades”, afirmó Carmen García, representante del corregimiento de La Gabarra (Tibú).
Ante esto, Migración ofreció acompañamiento a los municipios de Tibú, Puerto Santander, Villa del Rosario, Herrán y Ragonvalia para el manejo de sus políticas migratorias locales y entre otras soluciones oportunas para el beneficio de la comunidad nortesantandereana.
Cabe mencionar que esta entidad anunció nuevos cambios en el ingreso de venezolanos que usualmente utilizan los tramos binacionales para cruzar hacia territorio colombiano.
Es decir, los funcionarios de esta entidad ya no harán su control migratorio en la mitad de los puentes, sino en puestos establecidos al inicio de estas infraestructuras con el fin de agilizar el flujo de transeúntes de ambas partes.
La medida aplicará en los puentes internacionales ubicados en Cúcuta que son: Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, así como también en el puente La Unión del municipio de Puerto Santander, del área metropolitana.
“La flexibilización del tránsito fronterizo es un paso más hacia la normalización de la frontera Colombo-Venezolana implementada por el gobierno del presidente Gustavo Petro”, argumentó el director de Migración, Fernando García Manosalva.
Lo cierto es que en la ciudad de Cúcuta hay gran expectativa de que llegue pronto el 2023 debido a que, de acuerdo con ambos gobiernos, a partir del primero de enero se permitirá el flujo vehicular particular por los puentes entre Colombia y Venezuela.