En la Unidad de Cuidados Intensivos de una clínica en la ciudad de Cúcuta falleció el subintendente de la Policía Yorman Gabriel Figueroa Bautista, tras resultar herido en un atentado terrorista en días pasados en el municipio de Tibú, Norte de Santander.

Los hechos se registraron el pasado 18 de mayo, cuando subversivos señalados por las autoridades como integrantes del Grupo Armado Organizado Residual Estructura 33 (GAOr-E33), que delinquen en esta zona del Catatumbo, atacaron con un artefacto explosivo improvisado el Comando de Policía municipal, dejando gravemente herido al uniformado Figueroa.

Este artefacto detonó en las oficinas de la Unidad Básica de Inteligencia del comando, causando algunos daños materiales en la infraestructura y como producto de las esquirlas del artefacto explosivo el oficial de la Policía resultó gravemente lesionado, por lo que tuvo que ser trasladado por las autoridades vía aérea hacia la capital nortesantandereana para ser atendido por especialistas.

Figueroa Bautista, de 35 años, presentó trauma en el tórax con heridas causadas por las esquirlas, así como también trauma en el miembro inferior derecho y trauma en el cráneo, como producto de estas heridas falleció en las últimas horas de este lunes 23 de mayo en la ciudad de Cúcuta.

Se pudo conocer que el subintendente llevaba 16 años y 11 meses en la institución, donde laboraba para la Policía de Norte de Santander en el área de inteligencia y actualmente se encontraba prestando su servicio en el municipio de Tibú.

De acuerdo con la información entregada, el ataque se ejecutó con una vieja técnica que usaba la guerrilla de las Farc de lanzar un tatuco cargado con explosivos. Este violento atentado se presentó en el marco de la visita del empresario norteamericano Howard Buffet al municipio de Tibú.

El coronel Carlos Martínez, comandante de la Policía en Norte de Santander, indicó que estos sujetos habrían violado los derechos humanos y el derecho internacional humanitario tras intimidar a la población civil del municipio.

“Vestidos de civil, con armas de fuego, entraron a las casas de los vecinos de la estación de Policía, los intimidaron y empezaron a avanzar dentro de las casas y patios de la comunidad. Desde allí lanzaron un artefacto explosivo contra la estación”, mencionó Martínez.

Por su parte, las autoridades de la región ofrecieron una millonaria recompensa para quien suministre informaron que permita dar con los responsables de este ataque. “Ofrecemos hasta 50 millones de pesos por la captura de estos delincuentes o cualquier información que permita desarrollar el proceso judicial contra ellos”, manifestó el coronel Carlos Martínez.

Por otro lado, permanecen en observación otros tres policías, quienes también resultaron heridos ese mismo día en horas de la noche, al ser atacados nuevamente por subversivos la estación de Policía del municipio, lanzando una granada de fragmentación.

Uno de los uniformados fue identificado como el subintendente Javier Hernando Martínez Quintero, quien presentó herida en una pierna, motivo por el cual fue trasladado a un centro asistencial en el municipio de Tibú, donde se encuentra fuera de peligro.

Mientras que los otros dos uniformados se encuentran en el dispensario de la policía en la ciudad de Cúcuta, recibiendo atención médica.

Esta región nortesantandereana es una de las más afectadas por las acciones de los grupos armados ilegales. Justamente en ese actuar que la fuerza pública ha buscado controlar, lo que le ha valido una serie de ataques en varios municipios de la región y en la que varios policías han perdido la vida y otros más han resultado heridos.