Las fuertes lluvias que se siguen registrando en todo el territorio nacional han dejado damnificados a miles de colombianos y entre los departamentos más afectados se encuentra Norte de Santander, donde la pérdida de cultivos ha sido protagonista por la ola invernal.
Así las cosas, por estos días, más de 20 comunidades indígenas del Catatumbo permanecen bajo el agua a causa del desbordamiento del río Catatumbo, río de Oro, río Intermedio y los caños San Miguel, Caño y Caño Tomás.
De acuerdo con los líderes indígenas, esta emergencia ha dejado pérdidas en cultivos de la yuca, el plátano, el cacao y, así mismo, algunas especies menores como gallinas, cerdos, mulas, entre otros ingresos económicos que les permiten la subsistencia diaria a estas poblaciones.
Por su parte, Juan Titira Aserndora, gobernador de la comunidad indígena Barí, hizo un llamado especial a la gobernación del departamento para atender esta situación en el menor tiempo posible, debido a que si las lluvias persisten la tragedia pudiese ser más grande.
“Nos encontramos en una difícil situación económica y social, al encontrarse nuestro territorio de resguardo rodeado de estas fuentes hídricas, el desbordamiento de las mismas ha generado fuertes afectaciones sobre nuestros cultivos”, señaló el representante de la comunidad en mención.
Así mismo, el vocero fue enfático al mencionar que se encuentran en estas mismas condiciones desde que inició la temporada invernal, no menos de hace cuatro meses, motivo por el cual esperan una respuesta oportuna de las autoridades correspondientes. Denuncian que los tienen en el olvido.
“En nuestro resguardo se encuentran 23 comunidades indígenas ubicadas en los municipios de El Carmen, El Tarra, Convención, Tibú y Teorama, en donde han sido muy afectadas por el desastre natural, originando derrumbes y daños en viviendas”, aseveró el gobernador de la comunidad indígena Barí.
Por otro lado, el alcalde del municipio de Teorama, Robinson Salazar, dio a conocer que, a raíz de las torrenciales precipitaciones, se registró pérdida total de la bancada que comunica hacia el municipio de El Tarra. “La creciente de la quebrada San Miguel arrasó con las viviendas de varias familias, afortunadamente no hubo pérdidas humanas”, puntualizó el mandatario.
Ante esto, la gobernación de Norte de Santander mencionó que, a través del convenio con el Instituto Nacional de Vías (Invías), el cual hará realidad la Troncal del Catatumbo, se realiza la rehabilitación de las vías afectadas por emergencias presentadas en algunas zonas de la región del Catatumbo.
“Buscamos mejorar las condiciones de transitabilidad de algunos tramos cercanos a la Quebrada San Miguel, municipio de El Tarra, con la recuperación de la banca en el K8+500 del sector San Miguel y redireccionando el cauce de la misma en el sector de El Bejuco en el K96+700″, indicó la entidad departamental.
Actualmente, los 40 municipios que comprende este departamento presentan afectaciones en múltiples índoles, como deslizamientos de tierra, deterioro en la malla vial, viviendas colapsadas, inundaciones, pérdidas humanas, de enseres y animales, entre otras problemáticas.
Además, esta ola invernal ha provocado que más de 50 familias hayan tenido que evacuar de sus viviendas debido al riesgo de presentarse una remoción en masa o crecientes súbitas de los ríos.