Un atentado con artefacto explosivo se registró este lunes 17 de abril en la ciudad de Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, en el cual una mujer perdió la vida y al menos cuatro personas resultaron heridas.
La explosión se registró cerca del parque Mercedes Ábrego en un concurrido sector del centro de la ciudad, exactamente sobre las 11:20 de la mañana, cuando en la zona decenas de comerciantes, compradores, ciudadanos y comunidad en general se concentraban.
Según la Policía, se trató de un artefacto explosivo ubicado aproximadamente a unos 10 o 15 metros de la parte posterior del CAI cercano al parque y lo habrían ocultado en una de las cestas de basura metálicas.
Por la cercanía del lugar donde fue dejada la carga explosiva, las autoridades ya manejan la hipótesis de un presunto atentado contra la Fuerza Pública, asegurando que el ataque iba dirigido a los uniformados.
“Lo más cercano a la acción del explosivo es el CAI. Precisamente, podría ser la principal hipótesis que tenemos: que es contra el CAI”, dijo el coronel Juan Carlos Ramírez Chaves, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta.
Para el alto oficial, este hecho terrorista no es más que una retaliación por los golpes contundentes que las autoridades han asestado en los últimos días en contra del microtráfico y el accionar delincuencial de grupos criminales que actúan en la zona.
“Creería yo que por los diferentes controles y actividades que se han desarrollado en contra de las organizaciones o estructuras criminales dedicadas al tráfico local de estupefacientes en esta zona, se han dado resultados y esta podría ser de pronto una retaliación a esos resultados”, añadió el coronel Ramírez.
Inicialmente, la institución no descartó la existencia de otra carga y acordonó la zona para realizar el protocolo de registro.
“No se descarta que haya otro artefacto, es el protocolo que se realiza porque, pues no se puede descartar, por eso se aísla la zona, y se está haciendo el procedimiento correspondiente con el fin de descartar la presencia de otro artefacto explosivo”, señaló el oficial pidiéndole a la ciudadanía que confiara en las labores que ya realizan los uniformados de la Policía.
“Confíen en la institucionalidad que nosotros estamos haciendo nuestro trabajo; precisamente, esta es la respuesta de los violentos al trabajo organizado y mancomunado que tenemos con la ciudadanía”, mencionó el comandante.
La explosión dejó una persona muerta, una comerciante que laboraba en la zona de manera informal, por lo que incluso se pensó que se trataba de un ataque contra el gremio producto de extorsiones.
“En este momento, lo único que sabemos es que al parecer se trata de una persona comerciante informal, estamos adelantando las diferentes actividades de inspección del lugar de los hechos, la inspección técnica al cadáver y tan pronto tengamos la información, la daremos saber”, finalizó el coronel en el primer reporte.
Temor entre comerciantes
La inseguridad en la ciudad de Cúcuta es cada vez mayor. Los criminales siguen atemorizando a los comerciantes, intimidándolos con extorsiones y muchos temen que puedan tener verdaderas retaliaciones, pues ya se había registrado la explosión de una granada que fue lanzada a una peluquería.
Este flagelo tiene afectado al gremio de los comerciantes, específicamente en la zona céntrica de Cúcuta y parte de la comuna 6, quienes han recibido mensajes de texto amenazantes, al igual que llamadas de desconocidos, donde les exigen una ‘vacuna’.
Ante esta situación, SEMANA conoció el testimonio de una de las víctimas, que pidió reservar su identidad, por temor a lo que le pueda suceder. Los amenazantes los intimidan con atentar contra ellos y sus negocios: “Realmente no tenemos garantías para seguir trabajando, rechazamos el accionar de los grupos criminales que cada vez toman más fuerza en la ciudad. En días pasados me llamaron y me exigieron hasta 50 millones de pesos”, indicó la propietaria de un local, ubicado en un reconocido centro comercial del centro de Cúcuta.
De acuerdo con las autoridades, más de 50 grupos de delincuencia operan en este territorio fronterizo, quienes se dedicarían principalmente a disputar la venta de estupefacientes, así como también realizar cobros extorsivos.