En una delicada situación se encuentra el departamento de Norte de Santander y todo por cuenta de los grupos criminales que siguen alterando el orden público generando temor en la comunidad de la subregión del Catatumbo.

Esto luego de que a través de panfletos y audios enviados por redes sociales, el Clan del Golfo declarara al municipio de La Esperanza como “objetivo militar”, donde en los audios se menciona que llevarán a cabo una “limpieza social” contra consumidores de drogas y que asesinarán a aquellos que no cumplan con sus reglas.

Ante esta situación SEMANA consultó a Isaac García, representante de los jóvenes en el Concejo Departamental de Paz y consejero municipal de juventud por la curul de víctimas del conflicto armado en la ciudad de Cúcuta.

“Todo esto está conectado con la ruta del control del narcotráfico, pero también del control territorio de barrios, veredas, y algunas zonas de Cúcuta. Esto hace que ser joven en este departamento sea cada vez más difícil, ya que al no ver oportunidades laborales ni académicas hace que los jóvenes se vean en un mar de violencia por parte de los grupos ilegales, convirtiéndose en mano de obra para los criminales o en consumidores”, recalcó el representante de los jóvenes.

Clan del Golfo sigue sembrando el terror en medio del cese al fuego ordenado por el gobierno nacional. | Foto: Archivo particular

Lo cierto es que el bloque Arístides Meza Páez, del frente Édgar Madrid Benjumea del Clan del Golfo, mostró su interés de extender su presencia desde Puerto Wilches, Barrancabermeja y Sabana de Torres, en Santander, a municipios como La Esperanza, en Norte de Santander; y San Alberto y San Martín, en el departamento de Cesar.

“Lo que está pasando en La Esperanza es un antecedente más de lo que tenemos que vivir los jóvenes en la región de frontera y en el Catatumbo, ya que en este departamento se identifican más de 19 grupos armados al margen de la ley que tiene principalmente su influencia en Cúcuta y su área metropolitana”, aseveró García en este medio.

Así mismo, pide a las autoridades reforzar la seguridad en la región, teniendo en cuenta que los grupos criminales cada vez toman más fuerza y poder en este departamento.

“Nosotros hacemos una alerta a las entidades del Estado, garantes de seguridad y de la vida de los jóvenes y líderes sociales, para que se tomen acciones y medidas urgentes para garantizar la integridad de los que habitan en ese municipio”, señaló el consejero de víctimas.

Norte de Santander se ha visto sumergido en la guerra por los grupos armados. | Foto: Warwick Lister-Kaye

Por su parte, el defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, emitió la Alerta Temprana de Inminencia y solicitó al Ministerio del Interior que se proteja a los residentes en los sectores urbanos de La Feria I, Feria II, Santa Inés, San Antonio, Caño Hacienda y Tienda Nueva y en el corregimiento La Pedregosa.

El defensor Camargo también pidió a las autoridades que adopten medidas preventivas y de reacción rápida ante los factores de riesgo advertidos desde el Sistema de Alertas Tempranas, con el fin de prevenir y conjurar los riesgos y amenazas.

Defensor del Pueblo, Carlos Camargo. | Foto: Defensoría del Pueblo

“La situación es crítica y ya se han registrado graves hechos de violencia en esa población. El pasado 25 de enero, por ejemplo, fueron asesinados 5 jóvenes que, presuntamente, estaban consumiendo marihuana en un punto conocido como La Batea, en el barrio La Feria”, recordó Camargo.

Así mismo, se enviaron solicitudes a la Alcaldía de La Esperanza, a la Gobernación de Norte de Santander, a la Unidad para la Atención y Reparación Integral de Víctimas, a la Fiscalía General de la Nación, a la Procuraduría y a la Personería, para que atiendan y acompañen a las víctimas, investiguen los casos, individualicen y judicialicen a los responsables de las amenazas y ataques. Además, para que hagan seguimiento a las acciones de las autoridades en la implementación de medidas de prevención y protección a favor de la población civil.