En la mañana de este miércoles, 16 de octubre, se presentó un intenso combate en la zona fronteriza de Colombia y Venezuela, en la jurisdicción del departamento de Norte de Santander. Las autoridades reportan dos funcionarios heridos.
La emergencia ocurrió en una trocha conocida como La Parada, en el municipio de Villa del Rosario, cuando unidades del Grupo de Operativos Especiales de Seguridad de la Policía fueron sorprendidos por supuestos integrantes del ELN.
En un video que circula en las redes sociales, captado por el periodista Cristián Herrera, se ve el momento exacto del intercambio de disparos que se extendió por varios minutos y las maniobras de los uniformados para ponerse a salvo.
“Ustedes pueden ver cómo nos encontramos. Estamos en medio de la balacera. Alarmante y preocupante en esta situación que estamos viviendo. Las autoridades son atacadas por grupos ilegales al otro lado de la frontera”, dijo el comunicador.
Aunque medios locales advierten que hay un número indeterminado de lesionados, la Policía Metropolitana de Cúcuta indicó que son dos los afectados: el subintendente Roberto Carlos Parejo Rodríguez y el patrullero Emerson de Jesús Miranda Navarro.
Las unidades de inteligencia han informado que la guerrilla del ELN usa esa zona del país como retaguardia para moverse entre Colombia y Venezuela. Esta ruta es importante para los criminales para mover toneladas de cocaína, dinero y armas.
Este grupo armado no es la única amenaza que hay en el departamento de Norte de Santander. En las montañas también se mueven las disidencias de las Farc y organizaciones locales que tienen sus tentáculos en Cúcuta y el vecindario venezolano.
En la capital de esta región hay una crisis sin precedentes que tratan de desactivar por todos los medios: las bandas están en una guerra para tomar el control de las actividades ilícitas y han usado explosivos para debilitar al enemigo, dejando en riesgo a la gente.
La otra inquietud es que estos delincuentes han infiltrado al Estado. SEMANA conoció que los criminales ofrecen altas cantidades de dinero a miembros de la Policía Metropolitana de Cúcuta para que frustren los operativos en su contra.