Luis Alfonso Torres Ropero, de 54 años, había sido secuestrado el pasado 5 de julio, mientras se encontraba en su finca ubicada en la vereda La Labranza, del municipio de Ábrego, en Norte de Santander, lugar hasta donde llegaron cuatro sujetos armados, llevándoselo con rumbo desconocido.

Las autoridades, una vez conocieron los hechos, desplegaron un operativo en todo el departamento para dar con su paradero, por lo que el Gaula ya les venía siguiendo los pasos, logrando ubicar a la víctima en la Vereda Los Indios, sector La Quiebra.

De acuerdo a las declaraciones del secuestrado, los delincuentes le pusieron una cadena en su cuello y lo hacían caminar largos trayectos en horas de la noche, buscando evadir el cerco que las autoridades habían desplegado para hallarlos.

Tras su liberación, Luis fue trasladado hasta las instalaciones del Gaula, donde tuvo un feliz reencuentro con su familia. De acuerdo a la investigación adelantada, se logró establecer que los victimarios pretendían exigir 10 mil millones de pesos para dejarlo en libertad.

El labriego se encontró con su familia. | Foto: Policía de Norte de Santander

“En la zona se continúan adelantando operativos para dar con los responsables de este plagio, quienes emprendieron la huida al advertir la presencia de los uniformados. El Gaula de la Policía Nacional invita a denunciar cualquier hecho relacionado con secuestro o extorsión a través de la línea 165″, ratificó ante este caso el coronel John Robert Chavarro Romero, comandante Departamento de Policía Norte de Santander.

Así lo secuestraron

De acuerdo con la información preliminar, los hechos sucedieron sobre las 7:30 de la noche del miércoles 5 de julio, en la vereda La Labranza, en zona rural del municipio de Ábrego.

Los hechos se presentaron al interior de la finca El Llanito, donde grupos armados intimidaron al campesino junto a su esposa, una hija y nieta. Finalmente, a la víctima se lo llevaron con rumbo desconocido, mientras que las mujeres presentes fueron encerradas en una habitación.

Hasta el momento, las autoridades se encuentran tras la ubicación de los raptores, quienes se llevaron el vehículo y una motocicleta de propiedad del agricultor. Por su parte, los familiares claman por la liberación Luis Alfonso, quien se suma a las otras personas secuestradas en los últimos meses.

La víctima es Luis Alfonso Torres Ropero, de 55 años. | Foto: Suministrada a SEMANA por red de apoyo ciudadana

Comerciante duró más de 60 días secuestrado en el Catatumbo

Una vez más, el flagelo del secuestro mantenía azota a una familia nortesantandereana. Un comerciante fue raptado por hombres armados el pasado 26 de abril, en el municipio de Ocaña, en el departamento de Norte de Santander; los hechos ocurrieron a plena luz del día en zona rural.

El secuestro tuvo lugar en la vía que comunica a la vereda La Pradera con el casco urbano del municipio, por donde conducía Daniel Jaimes Quintero, cuando los criminales aparecieron en su camino y lo raptaron con rumbo desconocido.

La víctima es Daniel Jaimes Quintero. | Foto: Suministrada a SEMANA por red de apoyo ciudadana

Sin embargo, luego de pasar 50 días en cautiverio, los hombres armados lo dejaron en libertad este 2 de junio, cuando el comerciante llegó por su propia cuenta hasta la estación de Policía del municipio de Río de Oro (César), zona limítrofe con Ocaña.

Mediante amenazas, los desconocidos obligaron a Jaimes Quintero a descender de su vehículo y subirse al de ellos para posteriormente llevárselo con rumbo desconocido; el carro del comerciante fue hallado abandonado en la vía con las puertas abiertas. Tras conocer lo sucedido, familiares del comerciante denunciaron ante las autoridades.

Aunque la Policía desplegó un operativo e inició las respectivas investigaciones, hasta el momento se desconoce el motivo del secuestro; tampoco se han encontrado pistas que permitan hallar la ubicación del comerciante para poder rescatar.

“Recibir esta noticia nos alegra después de tanto sufrimiento por parte de su familia. Bienvenido a la libertad nuevamente, Daniel”, señaló Jorge Bohórquez, el personero de Ocaña.

Ocurrió en zona rural de Ocaña, Norte de Santander. | Foto: A.P.I.

La familia de Daniel Jaimes Quintero había manifestó su preocupación porque el comerciante padece problemas de hipertensión y cardiovasculares, por lo cual requiere medicamentos como Janumet 50 mg, Jardianze 25 mg, Valsartan de 80 mg y Pregablina de 75 mg.

Vale precisar que en la zona donde se presentó el secuestro hay presencia de grupos criminales como Los Pelusos, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y delincuencia común. Sin embargo, aún no es claro cuál de estos es el responsable del rapto.

Por su parte, el alcalde de Ocaña, Samir Casadiego, había expresado en su momento una voz de rechazo, donde pidió a los secuestradores la pronta liberación del comerciante. “Desde el gobierno municipal rechazamos el secuestro. Exigimos el respeto a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario. En Ocaña le apostamos a la construcción de paz”, señaló el mandatario local.

Así mismo, la Asamblea de Norte de Santander pidió a las autoridades tomar las acciones pertinentes para proteger su vida de todos los nortesantandereanos.

Cayó cabecilla de Los Pelusos

En una operación que llevó varios meses de investigación e inteligencia, uniformados de la Policía de Norte de Santander en coordinación con el Ejército Nacional, realizaron la captura de Yesid Vega Paredes, alias Cementerio, por los delitos de homicidio, extorsión y la incautación de una pistola calibre 9 mm.

Sin embargo, al momento de la detención, este sujeto desenfundó un arma de fuego, accionándola en contra de los efectivos de inteligencia policial, quienes en la reacción y el uso de la fuerza legítima a través de las armas de dotación, lograron reducirlo con el mínimo riesgo de un daño colateral.

Este hombre fue enviado a la cárcel. | Foto: Policía de Norte de Santander

Cabe mencionar que este criminal sería el segundo cabecilla de Los Pelusos, quien contaba con una trayectoria de ocho años en la organización, donde era el encargado de planear, direccionar, coordinar acciones extorsivas y homicidios selectivos en la región.

“Con esta operación debilitamos el direccionamiento de esta estructura en Ocaña. Teniendo en cuenta su trayectoria delictiva, mitigamos la aparición de fenómenos que afectan la seguridad ciudadana, como lo son el tráfico de estupefacientes, el homicidio y la extorsión”, señaló el coronel John Robert Chavarro Romero, comandante del Departamento de Policía Norte de Santander.