Jaime Manuel Redondo Uriana, oriundo de Manaure (La Guajira), fue uno de los siete soldados que, junto a dos suboficiales, murió en un atentado terrorista perpetrado por la guerrilla del ELN en la región del Catatumbo, Norte de Santander, la madrugada del miércoles, 29 de marzo.
Al uniformado le faltaban tres meses para terminar de prestar su servicio militar, pero ante los constante ataques del ELN contra las Fuerzas Militares presentía que no iba a culminar esta etapa en su vida; lamentablemente, así fue. Murió a los 19 años en el municipio de El Carmen, puntualmente en el corregimiento de Guamalito, vereda Villa Nueva; lejos de sus seres queridos.
El soldado Redondo Uriana era parte de las tropas del Batallón Especial Energético y Vial n.° 10, el cual se encarga de realizar actividades de protección sobre los principales ejes viajes, brindar seguridad a la infraestructura crítica estratégica, económica, energética y minera, entre otras, en las diferentes regiones del país.
Él, según contó uno de sus hermanos, tenía miedo y ya le habrían advertido que los iban atacar. Cinco horas antes de morir, hacia las 8:11 p. m. del martes 28 de marzo, envió el último mensaje a su familia. Lo escucharon preocupado e intranquilo.
“La vaina está mala, está muy caliente, el ELN está agra; mejor dicho, está bravo. Nos dieron información de 14 bandidos en moto, armados, y dos camionetas, que iban atacar la unidad que estaba acá y los únicos somos nosotros; se van a meter. Hay otros por allá mirando a ver si esos manes se meten de noche, ellos están haciendo unos registros, verificando que la zona esté sana”, se escucha decir al soldado Redondo Uriana, en el audio que envió a su hermano.
Así mismo, el familiar contó que, el pasado lunes, el pelotón tuvo un enfrentamiento contra los integrantes del frente Camilo Torres del ELN y desde ese entonces la situación de seguridad y orden público era crítica, por lo cual estaban en alerta.
“Él me dijo, manito, hace tres días tuvimos un enfrentamiento con el ELN, yo le dije que tuviera mucho cuidado y si era necesario nosotros podíamos ir a retirarlo mañana (miércoles). A las 8:00 a. m. me enteré por los medios de que mi hermano estaba entre la lista de los muertos, fue muy doloroso e injusto”, dijo en entrevista radial Luis José Redondo, hermano del soldado Jaime Manuel Redondo Uriana.
En el ataque también fallecieron otros cinco jóvenes nacidos en el Caribe colombiano: Fabio Epinayu Ipuana y José David Pushaina Epieyu eran oriundos de Manaure, La Guajira; el soldado Herzel José Fernández Bonivento era oriundo de Riohacha, también en el departamento de La Guajira; mientras que Kevin Andrés Acevedo Osorio era oriundo de San Alberto, Cesar, y Rafael David Fallece Jiménez, nacido en Fundación, Magdalena. Todos entre los 19 y los 23 años de edad.
Los otros soldados muertos en el ataque fueron: el cabo segundo Brayan Alberto Gómez Gamboa, del arma de Artillería, con siete años de servicio, oriundo de Palmira, Valle del Cauca; el cabo tercero Juan Mateo Benavides Bohórquez, del arma de Infantería, oriundo de Bogotá, quien tenía un hijo, y el soldado Jhoan David Gómez Gelvez, oriundo de Bucaramanga, Santander.
En el hecho también resultaron heridos el subteniente Carlos Pacheco Pacheco, Álvaro Epieyu Epieyu, Arrieta de Armas, Adolfo Epieyu; Brayan Guerrero López, Gabriel Herrera Orozco, Luis Angarita Muñoz; Joselito Henríquez González y Julio Molina. Entre los que también hay nativos del Caribe.