Luego de una reunión del Puesto de Mando Unificado (PMU) en la ciudad de Cúcuta, Norte de Santander, para la atención de la emergencia de la vía Ocaña - Sardinata – Cúcuta, afectada desde la madrugada del pasado 1 de junio por una avalancha de grandes proporciones, el Ministerio de Transporte entregó un nuevo balance de cómo van las obras en este sector para recuperar el tránsito en este importante corredor vial del país.

Ante las autoridades locales, miembros del Sistema de Gestión del Riesgo, la Consejería Especial para las Regiones, representantes de los gremios y sociedad civil, entre otros, la Ministra de Transporte destacó el progreso que han tenido las obras durante los últimos dos meses.

La emergencia destruyó con esta zona conocida como El Tarrita. | Foto: Instituto Nacional de Vías

“A la fecha se ha logrado la remoción del 97 % de los lodos que se hallaban en la vía y se han reservado recursos por cerca de $ 18.000 millones para superar la emergencia. Estamos aquí respondiendo las inquietudes de los alcaldes, explicándoles que esta emergencia es diez veces mayor a la que nos enfrentamos en Quetame e informándoles que próximamente serán trasladados los puentes semipermanentes que vamos a instalar en la zona”, destacó María Constanza García, ministra (e) de Transporte.

De la misma forma, señaló que desde el Invías (Instituto Nacional de Vías) se reservan recursos para brindar una solución definitiva con el propósito de superar esta afectación vial que aqueja al departamento.

Por su parte, desde el Instituto aseguraron que las bases para entregar los primeros puentes provisionales en esta vía y, según lo programado, serían entregados a mediados de este mes.

“La entidad trabaja dentro de los cronogramas y de manera permanente en la construcción de los terraplenes y estribos necesarios para la instalación de los puentes provisionales, actividades en las que laboran 50 operarios y 28 máquinas, con el propósito de iniciar su montaje a mediados del mes de agosto”, afirmó la directora general del Invías, Mercedes Elena Gómez Villamarín.

La cartera de Transporte señaló que, por el momento, las condiciones técnicas y climáticas han dificultado el avance de las actividades previstas dentro del cronograma de las obras.

A la fecha, se ha logrado la remoción del 97% del lodo acumulado en la vía, que se calcula en 77.000 m³. | Foto: Semana

Entretanto, el gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano, agradeció la gestión del Invías, “que desde el primer momento ha estado presente en la zona para la limpieza y remoción de material, acciones que se han efectuado de manera conjunta”.

Es importante destacar que hasta ahora, el Instituto Nacional de Vías ha removido 77.000 metros cúbicos de lodo en las 354 hectáreas de la zona afectada por la avalancha.

Avalancha en Cúcuta

A comienzos del mes de junio de este año se reportó una emergencia que provocó afectaciones la vía Ocaña – Sardinata – Cúcuta, entre el kilómetro 47 y el kilómetro 52, en el sector Abrego, en el departamento de Norte de Santander, debido a una avalancha de grandes proporciones que ocasionó el cierre total del corredor.

Según lo señaló en su momento un equipo del Invías, la avalancha se produjo a causa del desbordamiento de una laguna ubicada en la parte alta de un cerro sobre la vía que afectó el talud.

Desde entonces se ha usado como ruta alterna la vía Cúcuta - Pamplona – Bucaramanga – Aguachica – Ocaña.

La zona afectada alcanza desde el kilómetro 51 al kilómetro 52, que es el lugar que luego de la inspección ocular es el de mayores inconvenientes, ya que además del alud de tierra, allí también se presume que sufrió afectaciones un puente de 60 ml.

El Invías trabaja en la construcción de terraplenes y estribos para iniciar la instalación, a mediados de agosto, de los puentes provisionales destinados para la zona de El Tarrita y El Tarra. | Foto: Semana

Debido a esta emergencia, muchos transportadores reportaron millonarias pérdidas, luego de quedarse una semana varados en ese sector.

Un mes después de haber iniciado las obras, técnicos, operarios y maquinaria lograron la remoción de 42.000 metros cúbicos de material caído sobre la vía así como la apertura de 1,75 km de la vía.

Desde entonces, la zona se encuentra permanentemente monitoreada para identificar cualquier comportamiento tanto del río como del lodo.