En la madrugada del miércoles 29 de marzo, los habitantes del municipio El Carmen, en el departamento de Norte de Santander, despertaron tras escuchar lo que inicialmente parecía una explosión, pero pronto se dieron cuenta de que había sido un ataque a las Fuerzas Militares.
En el atroz ataque fueron asesinados dos suboficiales y siete soldados profesionales, que integraban las tropas del Batallón Especial Energético y Vial N.º 10 (BAEEV10) y se encontraban desarrollando tareas de control institucional del territorio en el corregimiento Guamalito, en la vereda Villa Nueva.
SEMANA llegó al municipio El Carmen, en el Norte de Santander, exactamente a la vereda donde ocurrieron los hechos, ubicada en El Catatumbo. Estando allí, este medio habló con líderes y habitantes de la zona que dieron detalles de cómo fue esa trágica madrugada.
“Yo estaba bien dormida y en ese momento cuando yo oí ese estruendo y vi ese estruendo como muy grande. Yo pensé que era como tronando algo así, yo pegué el brinco de la cama, yo sentía que la cama se me estremecía y la casa y todo. Entonces yo pegué el grito y dije ‘Virgen Santísima, qué estará pasando’, y yo me paré enseguida”, relató Virgelina Galvis Guevara, habitante del municipio, quien vivió momentos de angustia sin saber lo que pasaba en ese momento.
La señora Virgelina, al escuchar los impactos, levantó a sus familiares, pues tenían que estar alerta ante cualquier emergencia que se presentara, sin embargo, minutos después un silencio casi ensordecedor, cubrió la vereda.
“Ya no oímos más bulla, nada ni nada, entonces nosotros nos quedamos así, pensando qué estaría pasando, quién sabe qué sería. Al final miramos la hora y faltaban 10 para las 3:00 de la mañana, cuando ya no oímos más bulla, todo quedó en silencio”, contó.
Ante la incertidumbre, las especulaciones empezaron a invadir a la familia Galvis y que la teoría más fuerte era que probablemente algún grupo armado había llegado a explotar el oleoducto Caño Limón-Coveñas, como lo han hecho anteriormente.
Pero el voz a voz hizo su trabajo y a eso de las 7:00 de la mañana, del miércoles 29 de marzo, la comunidad de la vereda Villa Nueva sabía que casi una decena de soldados había fallecido tras el ataque ocurrido en medio de la madrugada.
Desde otra perspectiva
SEMANA también conversó con Olider Carrascal, otro habitante que relató cómo se sintió tras los eventos del pasado miércoles.
“Siento mucho dolor y pues como parte de vergüenza, porque la verdad, esto es algo inesperado, son cosas que lamentamos mucho, la verdad. Yo estaba dormido cuando sucedió esto, eran alrededor de las 3:00 de la mañana. Yo apenas sentí, me levanté de inmediato”, expresó.
Agregó: “sentí los cuatro golpes, apenas sentí los cuatro golpes, las cuatro bombas, me levanté, me senté en la casa y dije: ‘ay Dios mío, ¿qué pasó?’ Yo el momento sentí pesar y sentí miedo porque la verdad yo me imaginé de los muchachos que estaban por ahí. Los soldados de todas maneras son seres humanos, uno siente pesar, siente tristeza y bueno, la verdad no me imaginé que esto llegara a ocurrir, porque la verdad en esta zona nunca había ocurrido esto desde que yo nací”.
Por otro lado, el líder municipal, Evelio Santana, comentó a este medio cómo han sido los días posteriores a la masacre.
“Actualmente, en el municipio de El Carmen contamos con la presencia de la Policía Nacional y el Ejército Nacional, pues lamentablemente estamos en el sitio donde ocurrió la masacre de los nueve soldados del glorioso Ejército Nacional que perdieron la vida defendiendo al pueblo. Le hago un llamado al Gobierno nacional, al Gobierno departamental, de que se pongan los pantalones donde es”.
Y concluyó: “vamos a lograr la anhelada paz que necesitamos en este territorio, en El Carmen, Norte de Santander, porque los que realmente sufrimos somos nosotros, el pueblo, los que estamos en medio del conflicto armado. Ese es el llamado al Gobierno nacional, a que tomen cartas en el asunto, implementen una estrategia de seguridad para todos”.