El Partido de Integración Nacional ha sufrido tres cambios de look. Primero se llamó Convergencia Ciudadana. Después PIN y ahora se llama Opción Ciudadana. Los cambios de imagen se deben a una estrategia para mejorarla. Varios de sus integrantes han terminado investigados o en la cárcel. Sin embargo, el partido sigue vivito y coleando. Semana.com habló con Rubén Arango, el veedor del partido, quien aduce que hoy Opción Ciudadana está libre de pecado. Pero además insiste en que quien sea impoluto puede tirar la primera piedra. En esta entrevista expresa su molestia por lo que considera una estrategia de exterminio contra la fuerza política que nació en 1997. Semana.com: ¿Por qué el PIN empezó a llamarse Opción Ciudadana, es el mismo partido con título diferente? Rubén Arango: Esa pregunta, así como las afirmaciones que continuamente salen en los medios de comunicación en contra de nuestro partido, dejan en claro la persecución, hostigamiento al que nos hemos visto sometidos en los últimos años. Nosotros somos la cuarta fuerza política del país. En las elecciones parlamentarios de hace 4 años, sacamos 892.720 votos, superando a Cambio Radical, al Polo, al Partido Verde, al Mira, entre otros. Hoy tenemos 20 congresistas. A pesar de los señalamientos de ser un partido de la parapolítica, no contamos con la silla vacía, frente a otros partidos, que como Cambio Radical, el Partido Conservador y el Partido Liberal, que son los verdaderos creadores del monstruo de la parapolítica, siguen posando de impolutos y hacen parte de la Unidad Nacional. Semana.com: ¿Pero acaso ustedes no han tenido miembros vinculados a la parapolítica? R. A.: Hay que hacer varias precisiones. Así como el PIN tuvo entre sus filas a menos cinco parlamentarios investigados y condenados por parapolítica, el resto de la bancada ha trabajado y cumplido con sus principios y propuestas políticas. Pero somos los señalados. ¿Por qué no hacen lo mismo con los otros partidos que han tenido un alto número de congresistas condenados por parapolítica? Cambio Radical, es el primero, con seis senadores y nueve representantes condenados por la justicia. Le sigue el Partido Liberal y el Conservador, con tres senadores y cinco representantes condenados cada uno. Estos son los tres partidos en donde está el monstruo de la parapolítica. Semana.com: Pero Luis Alberto Gil, Enilce López y Juan Carlos Martínez fueron avalados por ese partido. Una cosa es decir que hay partidos con miembros cuestionados y otra hacer un partido para los parapolíticos, como se dice que ocurrió con el PIN… R. A.: La señora Enilce López ni sus hijos ni miembros de su grupo se encuentran en el partido opción Ciudadana. Ella puso un candidato en Cambio Radical y otro en el Partido Liberal. Por esos avales deberían responder Simón Gaviria y Carlos Fernando Galán. El señor Juan Carlos Martínez venía de los partidos tradicionales, ya era figura cuando llegó al PIN, y hoy no hace parte de este partido. Y Luis Alberto Gil renunció por voluntad propia al partido mientras trata jurídicamente de recuperar sus derechos políticos a nivel internacional. Semana.com: ¿Pero su esposa Doris Vega sí fue avalada por ustedes? R. A.: Ella tiene su propia historia política y no tiene ninguna investigación. Su voto fue clave para aprobar la Ley de Víctimas y otras de importancia. Semana.com: Entonces, ¿quienes están en Opción Ciudadana? R. A.: Tenemos una fuerza importantísima de 20 congresistas, líderes regionales, que es donde radica la fuerza de nuestro partido. Somos un partido de regiones, en el que están raizales de San Andrés, Indígenas de la Amazonía, empresarios, sindicalistas, juntas de acción comunal, comerciantes y una importante fuerza de iglesias cristianas. Como veedor nacional del partido, que trabajé con la dirección nacional de fiscalías, revisamos los antecedentes a todas las personas que se les dio el aval, y en las listas están personas que a hoy no tienen ni antecedentes ni investigaciones judiciales. Semana.com: ¿Por qué están tan molestos con las encuestas? R. A.: Estamos convencidos que hay toda una estrategia de exterminio político hacia nosotros. Solo en el caso de las encuestas, nos desaparecieron. Entonces, dígame qué tan reales pueden ser las encuestas que se han hecho cuando no tienen en cuenta a una fuerza que tiene 20 parlamentarios, 36 alcaldes, 15 diputados, 703 concejales y 82 ediles, con casi 900.000 ciudadanos que creen en nuestro partido y que van a votar. Según las encuestas, no tenemos ni mil votos. Por eso vamos a instaurar demandas a nivel nacional e internacional para denunciar la falta de garantías de este Gobierno con nuestro partido: el Fiscal no nos recibe, el ministro del interior no nos recibe y somos una especie de leprosos, salvo cuando el presidente y el gobierno necesitan de nuestra bancada a la hora de votar sus proyectos fundamentales. Semana.com: ¿cuál es la apuesta para estas elecciones? R. A.: En cuento a lo electoral, somos un partido con vocación de poder y esperamos mantener o superar la votación de hace 4 años. Queremos la paz de Colombia. Tenemos que prepararnos para la reconciliación con los colombianos que están en las FARC y el ELN para que, sin armas, podamos construir un país sin exclusión, más justo y que mire a nuestros campesinos, indígenas y comunidades negras. Semana.com: ¿Van a tener candidato propio a la Presidencia? R. A.: Esa decisión la toma la dirección y la convención nacional, pero tengo entendido, que si no tenemos candidato propio, el partido se puede dejar seducir por el voto en blanco.