Durante el mes largo que duró el alcalde Gustavo Petro por fuera de la Alcaldía y luego de que el presidente Santos negó las medidas cautelares de la CIDH en favor del mandatario capitalino, el líder de izquierda se dedicó a recorrer el país para proponer una asamblea constituyente y alentar el tema de la paz, la bandera más importante del actual Gobierno Nacional.   Cuando Petro retornó a su cargo por cuenta de una medida judicial y Santos acató esa decisión, se comenzó a consolidar la alianza entre los dos mandatarios la cual se concretó este martes en un acuerdo programático en torno a la paz.   El exsecretario de Gobierno Guillermo Alfonso Jaramillo, mano derecha del alcalde, señaló que esta era "una propuesta polémica, pero consultada con el alcalde Petro”.    Según fuentes que hablaron con Semana.com, fue el propio Petro quien tras su restitución visitó al presidente Santos para agradecer el haber acatado el fallo que lo devolvió al cargo y ofrecerle su apoyo a la paz.    Santos no dudó en aceptar la propuesta en momentos en que su campaña estaba estancada y ante el inminente crecimiento en las encuestas por parte de Óscar Iván Zuluaga, quien no está de acuerdo con el proceso de paz tal y como se está desarrollando en La Habana.   De esa reunión y dos más, Santos y Petro acordaron proponer nombres para construir el acuerdo programático. El alcalde dijo que de la Unidad Nacional podría hablar con el sector de izquierda liberal, entre ellos el presidente del Congreso, Juan Fernando Cristo, y los representantes, Guillermo Rivera y Joaquín Camelo, congresistas que han liderado el tema de las víctimas, también el de la paz.   Por parte de los progresistas, Guillermo Alfonso Jaramillo y el concejal Yezid García estuvieron encargados de animar el acuerdo con los liberales. El pasado martes 6 de mayo, en un apartamento de Bogotá, Petro asistió a una reunión con los delegados. Ese día se dejó listo en gran medida esa unión.    En esos encuentros se expresó la preocupación por las encuestas internas en Bogotá que indican, en su mayoría, que los capitalinos estaban inclinados en darle su voto a Zuluaga.    Hoy todos niegan que este acuerdo también sea un apoyo soterrado a la reelección del presidente con el compromiso de que Santos mantenga a Petro en su cargo. Este martes, en una rueda de prensa, el sector ligado a la campaña de Enrique Peñalosa se planteó la duda.   El acuerdo contempla mejoramiento en la educación, fortalecer lo público, la salud, la cobertura del mínimo vital del agua, entre otros temas. Pero según el recién elegido senador Horacio Serpa y el exsecretario Jaramillo, la paz es la nuez.      Serpa, quien se sumó al acuerdo, reconoció que es necesario hacer hasta lo imposible para luchar por el Estado social derecho. "El momento es crucial porque la situación es crítica. La paz es la forma para poder hacer las reformas".   En un tono fuerte, Jaramillo aseguró que hay una amenaza al Estado social de derecho y que por eso es necesario sentar una posición. "Queremos entender que llega la paz". Por eso pidió a los progresistas radicales que comprendieran el acuerdo.