Los antiguos juegos olímpicos de Grecia, llevados a cabo desde el año 776 a.C. al 393 d.C., no eran solamente un festival deportivo, sino religioso; el más importante del mundo griego. Los atletas se dirigían a Olimpia a alabar a Zeus, el dios de dioses griego, y a rendirle honor con ceremonias religiosas, ofrendas, sacrificios y una carrera de 200 yardas que se extendía de un lado a otro del estadio llamada Stade. Los antiguos atletas griegos también recibían premios si ganaban. No había recompensa para segundos o terceros. El vencedor recibía una corona de ramas del árbol sagrado de olivo que crecía cerca al templo de Zeus. Los árboles de esta planta eran importantes en la cultura griega porque su aceite era muy valioso. Las reglas eran mucho más estrictas que las que rigen actualmente. Solo a los hombres se les permitía participar. Esclavos, bárbaros y mujeres eran excluidos. No había extranjeros, únicamente griegos, y los atletas competían desnudos: de ahí que los espectadores eran todos hombres y las mujeres no podían asistir so pena de muerte. Los antiguos juegos griegos se desarrollaban en un distrito controlado por los Helenos, los ‘guardianes’ de la sagrada Olimpia, ubicado en la parte noroccidental de la península del Peloponeso. Las justas fueron hospedadas por una ciudad y allí se mantuvieron por más de 1.000 años, jamás rotaron por otras metrópolis. Desde la primera hasta la decimocuarta Olimpiada, solo hubo un único evento, la carrera stade. Cincuenta y seis años después, la carrera Diaulos se sumó al programa: el evento era una doble carrera stade, de ida y vuelta. En la siguiente Olimpiada se sumó el evento Dolichos, una carrera de larga distancia que se presumía equivalente a 20 stades de distancia. En el curso de los siguientes 500 años más deportes fueron añadidos al programa Olímpico: el pentatlón, el lanzamiento de jabalina, el lanzamiento de disco, el boxeo, la lucha libre, el pankration (combinación de boxeo y lucha), carreras de caballos y carrozas. La maratón empezó a disputarse en 1896, en honor a la historia griega y a la antigua batalla de Maratón, una victoria griega sobre la armada persa invasora. Los antiguos también incluían el pankration, que tenía dos reglas básicas: no morder y no sacarse los ojos. Este deporte era una especie de combate total y servía como entrenamiento para la guerra antigua. En el año 520 a.C. se añadió otra carrera llamada hoplitodromos. Básicamente era una carrera diaulos sin ropa, con casco, escudo y grebas. Esta competencia tiene un nexo directo a la estrategia griega de combate de correr hacia el oponente con todo el equipo de guerra, utilizada 30 años después en la batalla de Maratón. Al final, la religión cristiana mató a los Juegos Olímpicos. Roma había conquistado el mundo griego y el cristianismo reemplazó las religiones paganas de tanto griegos como romanos. El último ganador de los antiguos Juegos fue un boxeador de Atenas, Zópiro, en el año 385 d. C. Ocho años después, en el año 393 d.C., el emperador romano Teodosio I sentenció un edicto en el que prohibía todas las actividades y religiones paganas. Desde entonces, era un crimen idolatrar en templos paganos, como el de Zeus en Olimpia. Así que los historiadores asumen esta fecha como el fin de estos Juegos.