El júbilo mediático de la gloria olímpica es protagonizado nada más por aquellos que logran colgarse las medallas. Y aunque es una realidad que para algunos deportistas y disciplinas en Colombia el simple hecho de llegar a las justas ya es un logro, su trabajo en ocasiones se ve eclipsado. Ya sabemos que 104 deportistas hicieron el viaje. Solo ocho (8,32 por ciento) consiguieron medallas, y a parte de estos, seis se hicieron con el modesto pero digno y resonado diploma olímpico que se entrega a los primeros ocho puestos de cualquier competencia. Entonces, en total, fueron 14 diplomas, que equivalen a 66 puntos olímpicos. Tal vez, para los países acostumbrados a ganar centenares de preseas un papel pergamino con inscripciones no vale mucho, pero para aquellas delegaciones que se encuentran en proceso de crecimiento y que en su historial no cuentan con grandes o permanentes logros, se trata de un gran reconocimiento. Desde los Juegos de Londres 1948 hasta Los Ángeles 1984, el diploma se le entregó a los primeros seis. Luego, y hasta hoy, los ocho mejores han sido los galardonados. No se trata de una simple distinción de participación, sino de una exaltación al mérito de aquellos que a pesar de su esfuerzo de primer nivel, no alcanzan el podio. Ubaldina Valoyes (Sexto puesto en levantamiento de pesas, 69 kg), Rusmeris Villar (Sexto puesto en levantamiento de pesas, 53 kg.), Andrés Jiménez (Sexto puesto en ciclismo BMX), Sergio Rada (Séptimo puesto en levantamiento de pesas, 56 kg.), Carlos Berna (Octavo puesto en levantamiento de pesas, 56 kg.), y el equipo de persecución masculino (Octavo puesto en ciclismo de pista), fueron los colombianos que lograron el diploma por debajo del podio. Pero eso no fue lo único para resaltar fuera de las preseas. Óscar Figueroa, quien consiguió la medalla de plata en la prueba de levantamiento de pesas en 62 kg., batió récord olímpico al levantar 177 kilos en arranque. Además, otros tantos hicieron marcas nacionales: Carolina Colorado, en natación 200 metros espalda con un tiempo de 2:13:64; Erika Abril, en el maratón de atletismo, quien paró el cronómetro en 2:33:33; y Ana María Rendón, en tiro con arco, que logró 657 puntos. La presentación general de Colombia fue grandiosa, con las medallas, pero también más allá de ellas. Esta vez, se cuadruplicó la cantidad de preseas de hace cuatro años en Pekín y como no podía ser diferente, se superaron los 12 diplomas y 48 puntos hechos en la capital china. Vale resaltar entonces, que el gran desempeño no solo fue producto de quienes tocaron la gloria al colgarse los metales, a quienes se les debe mucho, sino también, de aquellos que dando lo mejor y a pesar de no entrar en los tres primeros lugares, se colaron entre los mejores.