El Ejército Nacional confirmó que el departamento de Caquetá está sometido a un paro armado impuesto por las disidencias de las Farc. Hay graves denuncias sobre violaciones a los derechos humanos y clamores para que termine la violencia en ese sector del país.
La alteración del orden público es protagonizada por los Comandos Bolivarianos de la Frontera, adscritos a la Segunda Marquetalia, que comanda alias Iván Márquez, y el frente Carolina Ramírez, perteneciente al Estado Mayor Central, bajo el liderazgo de alias Iván Mordisco.
Los dos grupos delincuenciales se están disputando el control territorial, económico y social de Caquetá, aunque las pretensiones y amenazas de los ilegales también vinculan a los municipios del Putumayo por sus estratégicas posiciones geográficas.
Las amenazas de los ilegales
En un audio que circula en las redes sociales, principalmente en WhatsApp, se les escuchó decir que los ciudadanos no pueden circular por los ríos Orteguaza y sus áreas aledañas; quienes lo hicieran, estarían sometidos a la voluntad de la tropa criminal.
“Está totalmente prohibida la andada de día y de noche. Así sea gente de civil: nadie, ni lecheras, voladoras o gente que va para la finca, nadie puede transitar por el río. Botes que miren andando se les va a quemar y se les va a dar plomo corrido”, dijo el sujeto.
Según la Defensoría del Pueblo, esto generó una suspensión del transporte de pasajeros, el envío de carga y el tránsito de pasajeros por el afluente. Si bien las autoridades comentaron que es solo una amenaza, las comunidades están aterrorizadas.
“Mandatarios hablan de un inminente enfrentamiento armado, con interposición de la población civil, lo que podría derivar en homicidios selectivos, masacres, desplazamientos masivos e individuales, aparte del confinamiento que ya fue generado”, dijo la entidad.
De momento, se activó un corredor humanitario para atender a las comunidades más vulnerables que ya les pasa factura el confinamiento. Mientras que las Fuerzas Militares multiplicaron sus operaciones para darles tranquilidad a las personas.
Combates en el sector
En las últimas horas se han presentado enfrentamientos entre los ilegales y las autoridades. El más reciente tuvo lugar en la frontera entre Caquetá y Huila, en el municipio de Garzón, donde se abatió a un presunto guerrillero.
Las unidades de inteligencia reseñaron que la batalla se libró con la estructura Rodrigo Cadete de las disidencias de las Farc, al mando de alias Tornillo. En medio de la balacera, se liberó a un secuestrado y dos soldados resultaron heridos.
En el lugar de los hechos se incautaron dos armas largas, tres minas antipersona, siete explosivos con sistema de activación, nueve granadas, equipos de comunicación y 700 panfletos extorsivos alusivos a este grupo y 50 boletas de citación a diferentes gremios.
Frente al escenario de este paro armado en el departamento de Caquetá, el defensor Carlos Camargo advirtió que se están vulnerando los derechos fundamentales a la vida, libre movilidad, trabajo, salud, educación, alimentación, entre otros.
“La situación de orden público, con el concurso de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, debe ser conjurada lo más pronto posible para que sean restablecidos los derechos de quienes en este momento pasan afugias”, agregó Camargo.