El 31 de marzo de 2017 será un día imborrable para la memoria de los mocoenses y por supuesto para todos los colombianos. Esa noche, una avalancha de lodo y piedra, provocada por las fuertes lluvias que desbordaron a los ríos Mocoa, Mulato y Sancoyaco, ha dejado, hasta ahora, 301 víctimas mortales y un número indeterminado de desaparecidos. Sin embargo, existen unas victimas invisibles que hasta ahora se conoce de ellas: las mascotas.Por eso, la Policía de Carabineros, estudiantes de la Universidad de la Amazonía y la Asociación por la Defensa de los Animales, Zona Animal Pasto, unieron esfuerzos para salvar la vida de los perros y gatos que quedaron en el área de la tragedia, principalmente porque muchos de ellos perdieron a sus dueños.