Las peores sospechas sobre los horrores del Bronx se confirman a medida que los detalles emergen a la superficie. Este miércoles las autoridades distritales, encabezadas por el secretario de Seguridad de Bogotá, Daniel Mejía, revelaron ante los medios de comunicación que en las demoliciones que se adelantan en la zona se encontraron restos óseos. Luego, cuando se dio aviso a las autoridades, el CTI de la Fiscalía logró confirmar que, en efecto, se trataba de una persona que estaba enterrada a dos metros de profundidad y cuyo cuerpo está en proceso de identificación, según informó la vicefiscal general, María Paulina Riveros. “Sin duda, este descubrimiento está asociado a redes de droga y distribución de la capital, y es muestra del grado de sofisticación criminal que alcanzaron las estructuras que dominaban este sector de la ciudad”, aseguró Riveros. Según conoció Semana.com, los investigadores pudieron establecer –en los estudios preliminares- que se trataría de un hombre de 1,90 metros de altura, aproximadamente, que fue asesinado, quemado con llantas y alambre de cobre y que después fue descuartizado y cubierto con concreto.Pero este no sería el único hallazgo. Según exfuncionarios del CTI que fueron parte de los operativos del Bronx en mayo, en las pesquisas que adelanta la dirección se tienen identificados cinco puntos en los que habría cadáveres. Incluso, advirtieron que el de este miércoles fue el segundo cuerpo que encontraron. Las intervenciones de las autoridades continuarán y las investigaciones apuntan a que podrían encontrar más cuerpos. Así lo señaló la vicefiscal, al asegurar que pueden “existir más casos de esta misma naturaleza”, razón por la que las autoridades continuarán con la búsqueda e identificación de los cuerpos. Después del megaoperativo del Bronx, realizado el 28 de mayo, el entonces director del CTI, Julián Quintana, denunció en sus primeras declaraciones ante los medios de comunicación la existencia en la zona de casas de ‘pique’, en donde presuntamente se descuartizaba a las víctimas y luego desaparecían los rastros.Esa información fue desvirtuada por el general Hoover Penilla, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, quien señaló que era improbable que las casas de la que era la olla más grande de la capital hayan sido escenarios de desmembramientos.Sin embargo, tres meses y medio después, los macabros hallazgos ratifican que el Bronx era un teatro del horror.