La frontera entre Colombia y Venezuela en los últimos días ha estado más viva que nunca. El duelo de conciertos –uno promovido por el empresario británico Richard Branson, y otro por el régimen de Nicolás Maduro– fue el abrebocas del proceso de entrega de las más de 600 toneladas de ayuda humanitaria que, al cierre de esta edición, estaba programado desde Cúcuta, Brasil y el Caribe. La atención del mundo ha estado concentrada en la capital de Norte de Santander a la espera del desenlace de esa ayuda, que el Gobierno de Maduro ha rechazado, incluso bloqueando los accesos por las fronteras para evitar su entrada. Le recomendamos: Aid Live Venezuela: la frontera estuvo en los ojos del mundo. La música prevaleció Será un pulso que definirá las fuerzas y poder, no solo del régimen en Venezuela sino también la posición de países como Estados Unidos, Colombia, Chile, Paraguay y Brasil, entre muchos otros que buscan el fin de la dictadura de Maduro. Colombia ha protagonizado esta estrategia. Sin embargo, el reto para el Gobierno de Iván Duque, como advierte el excanciller Julio Londoño, consistirá en no dejarse involucrar en una intervención militar en Venezuela, “que se devolvería inexorablemente contra nosotros, ni en una eventual confrontación armada doméstica en ese país, en la que seguramente resultaríamos peligrosamente comprometidos”.