El día de la madre en Bogotá soportó una de las más fuertes lluvias registradas en los últimos meses. La ciudad rapidamente colapsó por cuenta del aguacero. El aeropuerto El Dorado tuvo que cerrarse, varios barrios se vieron damnificados y los trancones por cuenta de las inundaciones fueron evidentes. Sin embargo, la atención toda la centro un punto de la capital del país: el deprimido de la 94.La obra que había sido inaugurada con festejos el pasado 22 de marzo se sumió en el agua. Las imágenes de los carros practicamente hundidos en un enorme charco comenzaron a tomarse las redes sociales. No era para menos. La obra que la ciudad esperó por 10 años no soportó el primer gran aguacero.

Muy bonito el deprimido de la 94, muy bonito pic.twitter.com/Bnvti9ulmI— Ahs. (@MarianaAl23) 14 de mayo de 2017La ciudad reaccionó. Pronto llegó el cuerpo de bomberos, la policía y el personal de emergencia. El agua fue bombeada sin mayor problema, sin embargo, la imagen del fracaso de una obra ícono de la ciudad generó todo tipo de comentarios y de frustaciones. “Los bogotanos quedaron deprimidos”, era la frase recurrente en Twitter.Le recomendamos: El deprimido de la 94 se demoró más que la ampliación del Canal de PanamáEn las fotos no se alcanzaba a ver ni la marca y mucho menos las placas de los automoviles que quedaron atrapados en el deprimido de la calle 94. Por más de 30 minutos el hombre que conducía el vehículo, aguardó con el agua hasta los vidrios que mermara la borrasca para así poderse bajar y pedir ayuda.Igual como le ocurrió al dueño del Sedan, un BMW y otro carro con una pareja y bebé abordó quedaron rodeados este domingo por las aguas negras que inundaron la obra recién inaugurada. "Salíamos de la 85 con 13 e íbamos para el sur y pensamos en tomar la 30. Cuando bajamos al deprimido, la camioneta que estaba delante de nosotros se comenzó a devolver. Dijimos: -no nos metamos, pero cuando intente bajarme a tomar una foto me di cuenta que el carro tenía el agua casi llegando a los vidrios. Le grité a mi mamá que llamara a la Policía", relató Paula Ballesteros a Semana.com.En imágenes: así quedó el deprimido de la calle 94El alcalde Enrique Peñalosa respondió a las quejas de los bogotanos por Twitter y explicó el por qué de ese colapso. "Las bombas del deprimido de la 94 tienen capacidad de sobra para desaguar lluvias como las que hubo. El contratista que aún no las entrega, no las operó", trinó. El gerente del Acueducto, Germán González, agregó que estaban en varios puntos de la ciudad ayudando a resolver las contigencias del torrencial aguacero y que además del deprimido, había problemas en el Canal Molinos y en Sur Ocre.  La inundación sirvió para alimentar la pugna que existe contra la actual administración que lidea con la propuesta de una revocatoria. "Hace unos días @EnriquePenalosa y @petrogustavo se peleaban el crédito por la obra del deprimido de la 94. Hoy ninguno habla", trinó el periodista Daniel Coronell minutos después de conocer el desastre que había pasado con la obra.Y es que hace unos días el exalcalde Gustavo Petro dijo que el "deprimido de la 94 lo destrabó la Bogotá Humana, se lo quitó al cartel de la contratación y lo adelantó en un 80 %l". Esto, en respuesta a su sucesor que trinó: "Destrabamos deprimido de la 94 y aceleramos obra al máximo. La entregamos marzo 22". La obra que Bogotá esperó por 10 años no soportó el primer gran aguacerohttps://t.co/L4JV6MECQh … pic.twitter.com/6AhMBYhQFe— Revista Semana (@RevistaSemana) 14 de mayo de 2017Una obra polémicaEl deprimido de la 94 ha sido por años el mejor ejemplo de la falta de eficiencia de las obras públicas en el país.  El proyecto comenzó en el año 2009 y era una de las promesas para mejorar el díficil tráfico del norte de la ciudad. El contrató se le entregó a un consorcio en el que estaba el polémico empresario Julio Gómez, quien terminó envuelto en el Carrusel de la contratación del Distrito.Los bogotanos pagaron ese deprimido en el 2008 y se calculaba que su precio sería de 43.000 millones. Pero solo fue entregada 10 años después, el pasado 22 de marzo, con un costo final de 166.000 millones, es decir tres veces más de lo que estaba planeado. En 2011, el IDU había tenido que decretar la caducidad del contrato y volver a comenzar el proceso.En video: con torta ‘celebran‘ otro cumpleaños al deprimido de la calle 94La actual directora del Idu, Yaneth Mantilla, explicó a Semana.com unos días antes de entregar las obras la serie de errores que desembocaron en esa extensa tardanza. "El deprimido se empezó a construir y en el camino vieron que lo que se necesitaba eran otras cosas. No planear también es corrupción porque así se producen sobrecostos y retrasos", dijo.El deprimido terminó demorando más que algunas de las complejas obras de infraestructura del mundo. Incluso superó la ampliación del Canal de Panamá que tomó 9 años. El Gran viaducto de Danyang–Kunshan en China duró 4 años; el tunel Eurasia en Turquía, 6 años; las nuevas torres del World Trade Center en Nueva York, 7 años, por dar algunos ejemplos.