Desde el momento en que las FARC anunciaron el levantamiento del cese al fuego unilateral, el pasado 22 de mayo, los embates de la guerra no se han hecho esperar y los más afectados son la población civil y el medio ambiente. Uno de los hechos más recientes fue el pasado lunes en Puerto Asís, Putumayo. Un grupo de hombres de las FARC obligaron a 23 conductores de camiones a vaciar sobre el suelo 200.000 galones de crudo. Esta acción, según el Ministerio de Ambiente, afectó por lo menos a 200 familias de la vereda La Cabaña, del cabildo Alto Lorenzo y de la vereda Santa Rosa. Además de eso se contaminaron cerca de nueve humedales, tres tanques piscícolas, tres kilómetros de vías y nacimientos de agua que abastecen a las familias. El daño ambiental es tan grande que el titular de esa cartera, Gabriel Vallejo, manifestó que “15 años tardaría la recuperación ambiental en Putumayo”. Lo más preocupante es que este hecho no ha sido el único y que, por el contrario, se está volviendo una acción recurrente. Este miércoles, Ecopetrol denunció que desde el 27 de mayo se han presentado 16 atentados a oleoductos, pozos, líneas de transferencia y equipos para la producción, mantenimiento y el transporte de crudo. Cerca de un atentado por día. Putumayo, Nariño y Norte de Santander son los departamentos más afectados. Son más de 14.000 barriles los que se han derramado sobre ríos, tierras y humedales. Según la petrolera colombiana, los ataques de 2015 han contaminado a los ríos Caunapí y el Rosario en Nariño, Cubugín en Arauca y Cuembí en Putumayo, y han afectado de forma directa a más de 80.000 personas que se abastecen de ellos. En un estudio del Instituto Alexander von Humbolt elaborado para para Ecopetrol se determinó que los atentados en Catatumbo (Norte de Santander) han ocasionado daños en más de 30 especies de peces, 25 especies de mamíferos (algunos de ellos en riesgo de desaparición, como la danta, el armadillo, el leopardo, el manatí, el ñeque o el venado colablanca), 15 especies de reptiles y 20 de anfibios. “Los principales damnificados con los atentados son los ciudadanos colombianos, especialmente los más pobres, porque al disminuirse la producción y el transporte de petróleo se reducen los recursos para inversión social, y eso son menos escuelas, menos centros de salud, menos obras de infraestructura y menos recursos para cubrir las pensiones”, manifestó el presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry. La Fiscalía decidió tomar cartas en el asunto y aseguró que, junto a investigadores de la Dijín de la Policía Nacional, empezará una investigación penal contra las FARC por la contaminación de las fuentes hídricas. Nadie es capaz de entender el por qué de estas acciones del grupo guerrillero, donde los grandes afectados son la población civil y el medio ambiente.